(DOMINGO 28 DE NOVIEMBRE, 2021-EL JORNAL). Dicen que cuando una palabra se utiliza mucho en el habla popular y es entendida, aunque no esté en el diccionario de la Real Academia Española, es aceptada.
Eso nos ha pasado a los ticos con la palabra “maje” cuyo diminutivo es “mae”, la cual es más popular quizá que el mismo “pura vida”. Hoy le vamos a contar una de las versiones de cómo nació esta palabra.
Dicen que a principios del siglo pasado, cuando proliferaban los zapateros en nuestro país, muchos querían seguir este oficio. Entonces cuando un muchacho llegaba a una zapatería para aprender, le ponían una plancha de hierro en la pierna, casi encima de la rodilla para que majara suela o sea martillar suela y endurecer su muslo.
Así las cosas, los más viejos se divertían con los aprendices, ya que los ponían a martillar un tacón de hule, entonces pasaban el día “maje que maje” y no se estiraba. Entonces al finalizar el día se burlaban del joven aprendiz y le decían “te agarraron de maje y maje”.
Así nació el asunto, luego comentaban que a ese fulano lo agarraron de maje y maje, lo que quería decir lo cogieron de tonto. Por eso en ciertas ocasiones particulares le dicen a uno “no sea maje”. Ya después se fue haciendo tan popular que la gente no lo utilizaba solo como tonto, sino que para llamar a sus amigos, compañeros o acompañantes, y ya con el disminutivo “mae”, “mae vamos”, “mae venga ca’”, “qué mae, todo bien”.