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Un ave experta en ocultarse

 

Nótese la enorme capacidad que tiene el cuyeo para confundirse con el entorno. (Foto Adilio Zeledón para EL JORNAL).

Por Adilio Zeledón*

(SAN JOSÉ, COSTA RICA 12 DE ENERO, 2016-EL JORNAL). Generalmente, cuando salimos a pajarear, lo realizamos en horas del día, pero iniciando a tempranas horas de la madrugada, tipo 4 o 5 de la mañana.

Es por eso que, con buena suerte, podemos observar especies que generalmente tienen sus hábitos nocturnos, o comenzando la noche o al amanecer, como los búhos o cuyeos. Hace unos días nos desplazamos por el camino hacia la Escalera, más arriba del “Tajo”, en Acosta.  En el camino nos encontramos con una especie que tiene estos hábitos nocturnos: el cuyeo.

El “cuyeo” o “Tapacaminos” (Nyctidromus albicollis), perteneciente a la familia de los Chotacabras (Caprimulgidae), es el más común en nuestra zona. De color café claro, con manchas blancas y negras, que lo hace imperceptible a la vista del ser humano, al confundirse con las hojas y ramas secas caídas.

Se alimenta de insectos, los que atrapa en vuelo. Es muy común verlo alzar vuelo, cuando casi uno se le para sobre ellos, en los caminos de tierra, abiertos a la luz de la luna. Ocasionalmente se les observa cerca de las lámparas de alumbrado público, ya que se aprovecha de los insectos que revoletean alrededor de la luz, para cazarlos.

Esta ave, al ser muy común, se le puede observar en los caminos rurales, cafetales, matorrales o de crecimiento secundario. Es común verle cuando se alza en vuelo, dando aletazos y caer más adelante, o se escucha su canto, en noches de luna y época seca.  Su canto o sonidos que emite le da su nombre común “cuyeooo”. De él se han formulado leyendas, donde dicen que quienes les siguen cuando alza brinco, este los pierde.

Cuando nos topamos con el cuyeo en el camino y se alza en vuelo delante de nosotros y hace movimientos para que le sigamos, se trata de una estrategia que hace para alejarnos de su nido con huevos o pichones, ya que hace su nido en suelo, sobre hojas secas.

Muchas buenas experiencias podemos obtener cuando salimos a pajarear, solo hay que buscar la hora y el sitio de las especies que queremos observar y escuchar.

*Observador de aves

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