DE TRADICIONES Y ENCANTO

. Victor Marín
Lic. Victor Marín

 

(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 19 DE ABRIL, 2019-EL JORNAL). En Semana Santa celebramos uno de los acontecimiento más grandes de la historia: muerte y resurrección de Jesús, el Cristo, también llamado Hijo de Dios. Pero aparte de los actos litúrgicos y religiosos y las concurridas  procesiones, nuestros pueblos tienen otras tradiciones, como las sabrosas comidas y las visitas a los ríos. Hoy les voy a recordar cómo era la Semana Santa en Acosta en los años setenta del siglo pasado.

Primero, Jueves y Viernes Santo las cantinas se sellaban por la policía en todo el país. No abría ninguna. El día Jueves Santo mucha gente, los que podían y tenían carro iban a Salitral a las pozas del Río Candelaria, llevaban bebidas y comidas, principalmente atunes y sardinas y sánguches, desde luego no faltaba una cervecita y un “cacicaso”.

 Era hermoso ver los vehículos de cajón cargados de gente que viajaban al río y regresaban por la tarde. Ya el Jueves Santo ningún carro salía a la calle,  Jueves y Viernes Santo las casas no se barrían porque alejaban a Dios y nadie se bañaba en los ríos o el mar porque se volvía pez.

 Comenzaban las procesiones, pero además ese Jueves Santo  era el almuerzo familiar. Lo común era iniciar con una sopa de bacalao, luego arroz blanco , frijoles molidos, picadillo de arracache y de papa , no faltaba la flor de itabo y se abrían sardinas y atunes de todo tipo, luego se cerraba con un postre de miel de chiverre o de coco.

El Viernes Santo desde buena mañana se veía a la gente caminar hacia San Ignacio de Acosta, iban de todos lugares: Chirraca, Agua Blanca, Tablazo, Los Pozos, San Luis, Cangrejal, Sabanillas y Sabana, La Esperanza, Turrujal,  Ococa, La Cruz, Güaitil, Vuelta de Jorco y San Gabriel de Aserrí , y muchos lugares más que no acabaría de mencionar.

Participaban en la Procesión del Encuentro a las 9 de la mañana, al medio día las familias se reunían en el parque o en la plaza de futbol  a almorzar,  llevaba ricos almuerzos, compuestos por arroz y frijoles,  picadillos y no faltaba el huevo duro o la torta de huevo y el fresquito de limón para quitar la sed.

En la tarde participaban en la Misa y Procesión del Santo entierro y luego, ya anocheciendo, el regreso a sus casas. Personalmente lo hacía con los grupos de gente que regresaban a Jorco, y era muy bonito, en el camino se contaban historias y se hablaba de los acontecimientos de la época de Cristo y de la Semana Santa que estaban viviendo.

Y luego a dormir, no sin antes hacer la oración que Jesús nos enseñó, el Padre Nuestro y agradecer por la vida, pedir al Creador por nuestras familias , salud y trabajo. Así escribíamos la historia y nuestras tradiciones.

 

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