(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 09 DE SEPTIEMBRE, 2018-EL JORNAL). Estos días, bajando por la ruta 301, la que conduce hacia Parrita, sobre el puente del Salitral, hemos estado observando, casi a diario, unas aves grandes que reposan sobre las rocas en el río.
Sobre una roca grande, ubicamos a una Garza de aspecto diferente a las garzas que comúnmente observamos.
De cuerpo fornido, con su plumaje gris barreteado desde su cabeza hasta la cola. Se trata de la Garza de Río (Trigrisoma fasciatum), también conocida como Martin Peña, esta garza, residente de nuestro país, se mantiene sobre cauces de ríos, quebradas y zonas anegadas.
Hembra y macho presentan una coloración similar en su plumaje, más los juveniles tienen su plumaje en amarillo oscuro. Poseen un pico largo y fuerte entre amarillo y verde. Sus patas son largas y fuertes color verde oscuro.
Se alimentan de peces, camaroncillos e insectos acuáticos, los que atrapa con destreza mientras los espera acercarse parada sobre una piedra, tronco u orilla del cauce.
Además de nuestros bosques, nuestros ríos y quebradas se ha visto una creciente presencia de aves que habitan los ecosistemas que se desarrollan en su trayecto. Ya que también se ha observado el Cormorán Neotropical (Phalacrocorax brasiluanum) en este río, propiamente cerca de los Puentes del Salitral.
La recuperación de bosques, la contaminación y otros aspectos, han ayudado a la proliferación de especies que antes no se habían visto o se habían alejado por perdida de su hábitat.
Mas la mala costumbre de cazarlas para jaulas es un mal que se mantiene, tema que abordaremos en próximas ediciones.
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