(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 10 DE AGOSTO, 2017-EL JORNAL). Un día de estos, conversaba con algunas amistades, sobre cantos “raros” de aves, los cuales se asocian, por lo general, con el temor, porque se escuchan cuando empieza a oscurerecer o tarde en la noche, y salió a relucir el tema de La Chirincoca o Pompone (Aramides cajaneus).
Es de las familias de los “Rascones”, (aves zancudas de patas y dedos largos). Su plumaje, entre tonos rojizos, cafés y amarillos, su cuello y cabeza grises, ojos rojos, pico amarillo. Sus patas y dedos, largos y rojizos brillantes. Tiene una colita negruzca, la que mueve hacia arriba y abajo cuando camina.
Habita principalmente en quebradas y áreas húmedas, donde es densa la vegetación y encharralada. Gracias a la forma de sus patas, camina con facilidad entre los matorrales de los bordes de las quebradas y ríos. Se alimenta de insectos, ranas pequeñas, semillas y frutos pequeños. Ocasionalmente se le observa en los desagües de aguas servidas de las casas, buscando granos de arroz y frijoles, así como las lombrices.
A como suele vérsele en el día, rara vez se les escucha su canto, pero por las noches, cuando son claras o de luna y las Chirincocas están en apareamiento, realizan una danza de cortejo y emiten un canto bastante fuerte y de singular melodía, que es interpretado entre la pareja.
Comentábamos que, por la quebrada que nace en el Barrio Abarca y que llega hasta los puentes en Chirraca y márgenes del río Jorco, se suele escuchar estos cantos. A pesar de que se les ha visto en varios lugares de la región, algunos lugareños que han escuchado ese canto, no conocían el dueño del mismo.
ESCUCHE A LA CHIRINCOCA
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*Turismo ornitológico.