(SAN JOSÉ, COSTA RICA 10 DE AGOSTO, 2018-EL JORNAL). Uno sitio bueno para “Pajarear” son las orillas de los ríos y quebradas, el bosque que se mantiene a sus orillas guarda un hábitat perfecto para algunas aves.
En estos sitios, es frecuente escuchar una diversidad de cantos que son difíciles de ubicar quien los emite. Entre los soterres, hormigueros y pinzones, que habitan estos ecosistemas, hacen todo un concierto que nos pone en alerta de observar quienes son los exponentes.
De los que hemos podido identificar, está a la “Reinita Guardaribera” o “Cola Amarilla” (Myothlypis fulvicauda). Esta reinita permanece a lo largo de las orillas de ríos y quebradas, brincando entre las piedras, troncos y raíces expuestas.
Hembra y macho presentan coloración de plumaje similar; verde oscuro desde su cabeza, espalda y alas. Su abdomen es blanco opaco y sobre su pecho manchas dispersas café claro. De la base de su pico sale una franja amarilla que pasa sobre su ojo. Lo llamativo está en su cola, ya que desde su base es amarillo brillante, a excepción de las puntas de esta que es negruzca. En los juveniles, la franja de su cabeza es difusa.
Su alimento se basa en insectos de variadas especies.
Ave residente de nuestro país, en la época de lluvia, sale a los senderos, caminos, jardines y potreros. Se puede observar en parejas o solitario. Su canto es una serie de silbidos fuertes que van aumentando su ritmo y volumen.
Nuestros ríos y quebradas están llenos de vida, los remanentes de bosques que se mantienen a lo largo de ellos ayudan a que especies como la Reinita Guardaribera, encuentre un hábitat para su permanencia y así nosotros deleitarnos de su presencia.
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