(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 26 DE JUNIO, 2017-EL JORNAL). Este fin de semana nos fuimos a “Pajarear” al Parque Ecológico Mata de Monte, a realizar un conteo de aves residentes para la Asociación Ornitológica de Costa Rica, en compañía de un grupo de jóvenes, amantes, estudiosos y fotógrafos de las aves.
Este parque, que se ubica entre La Vereda y San Luis de Acosta, es uno de los pocos lugares cerca de San Ignacio, con remanentes de bosque que contienen flora y fauna genuinos.
Como a las 09:30 a.m. escuchamos un chiflido sobre nosotros, mirando hacia arriba observamos dos gavilanes, de gran tamaño, de cola corta abierta y tono oscuro de su plumaje, que sobresalían con el claro cielo de ese día. Robustos, de alas anchas y vuelo ágil, pareciera que jugaban entre ellos, hasta que desaparecieron entre los árboles del lugar.
Sorpresivamente escuchamos que emitían el chiflido desde un lugar cercano, fue así como Tomás Alfaro lo siguió hasta una zona abierta de cultivo, donde ubicó uno perchado sobre una rama de un árbol seco.
De color oscuro todo su cuerpo, este “Gavilán Cola Corta” (Buteo brachyurus) tiene plumajes diferentes según la edad. El observado es un «inmaduro», pues presenta manchas blancuzcas sobre su pecho y abdomen. Pico y patas amarillas.
Se alimentan de lagartijas, culebras y otras aves. Prefieren zonas boscosas y áreas abiertas con árboles esparcidos.
Estuvo gran rato, perchado y emitiendo su chiflido, lo que nos permitió grabarlo y fotografiarlo.
Es admirable, que tan cerca de San Ignacio, haya especies tan sorprendentes. No es la primera vez que se le observa por estos lados, pues ya ha habido reportes de otros observadores sobre este gavilán, pero con otro color de plumaje.
Debemos conservar estos lugares con remanentes, ya que son un banco de genes para contrarrestar las zonas deforestadas de nuestro cantón.
*Observador de aves.