(MARTES 03 DE AGOSTO, 2021-EL JORNAL). Y no vengan a decirnos por los medios de comunicación que las medallas del “casi “ “casi”, obtenidas recientemente en los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón, es asunto de dinero. Plata para el deporte nacional hay a borbollones, pero: ¿Quién pide cuentas a las dirigencias y fiscalizan los niveles de articulación entre las diferentes organizaciones para que esos fondos públicos lleguen directamente al atleta? ¡Nadie!
Para la deprimida provincia de Puntarenas – a manera de ejemplos- anunciaron oficialmente hace poco más de ₡2 mil millones en infraestructura deportiva. Si a esa suma se agregan los miles de miles de millones de colones ya invertidos en obras en Juegos Nacionales, es para que cada cantón tuviera por lo menos un deportista de alto rendimiento, listo para ganar medallas.
Tal vez así, el llamado periodismo “deportivo nacional”, que está en el suelo y hace añicos a unos pocos comunicadores que siguen defendiendo la seriedad y la dignidad de la profesión, abandone la especulación como noticia y análisis.
En cuanto al olimpismo nacional, en ocasión de los Juegos Centroamericanos celebrados en 2017 en Nicaragua, la Contraloría General de la Republica dio el visto bueno a un presupuesto de ₡1064 millones para la participación de nuestros atletas. Sobre la base de este presupuesto aprobado y las medallas únicamente de oro conseguidas en Managua, cada “dorada” nos costó un promedio de ₡15 millones.
El Semanario “Universidad” ( 18/12/2017), comentando estas justas centroamericanas, consideró que el país estuvo lejos de lo esperado, pues fuimos segundones. El primer lugar correspondió a Guatemala, que casi estoy seguro, de que no invierte los miles de millones que hacemos los costarricenses desde los distintos gobiernos, considerando el tamaño del país y población. Costa Rica obtuvo 69 preseas doradas y los chapines 110.
En cuanto a los olímpicos de Tokio, usted juzgue nuestros triunfos o desaciertos: Isla Bermudas 1 de oro, Puerto Rico 1 de oro, Jamaica 1 de oro. A pocos días de terminar los olímpicos de Japón, Cuba y Venezuela asestaron durísimos golpes a quienes tratan de cercar a estos hermanos países latinoamericanos.
Burlando los robos financieros y el acoso comercial– no pueden pagar pasantías a sus atletas ni campamentos en la mayoría de países occidentales porque sus transferencias bancarias son saqueadas- seguían sorprendiendo a propios y extraños: Cuba encabezaba el medallero por Latinoamérica y el Caribe con varias de oro, mientras los venezolanos, contra todos los pronósticos, tenían tres de distintos metales.
La morocha Yulimar Rojas sorprendió el mundo en triple salto, donde impuso record olímpico, en tanto Keydomar Vallenilla y Julio Mayora completaron el medallero venezolano, por encima de países como Ecuador y Perú.
No se trata, pues, solo de tirar el dinero para impresionar a propios y extraños. Se trata que el Estado articule desde las escuelas primarias y secundarias el deporte de alta competencia. Entonces, solo entonces, acabaremos con quienes se aprovechan de la pobreza en que tienen a nuestros atletas.
Periodista, abogado y notario por la U.C.R.