Adilio Antonio Zeledón*
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 16 DE FEBRERO, 2017-EL JORNAL). Cuando salimos al campo a “Pajarear”, por lo general, ponemos más atención a aquello que es inusual con respecto a las aves.
Ponemos más atención a especies rara vez vistas, o a las llamativas, o nos focalizamos en comportamientos de las aves que son nuevos para nosotros.
No obstante, cerca de nuestras casas, parques y áreas abiertas, se encuentra una especie muy común y de comportamiento conocido por muchos, pero pocas veces determinado.
Se trata de las “Tortolitas” o “San Juan” (Columbina inca), perteneciente a las palomas y que las podemos observar con gran facilidad.
De plumaje grisáceo, formado a manera de escamas, patas y pico rojizos. Estas se alimentan de semillas y cascajo que recogen del suelo, ya que por lo general son terrestres.
Lo curioso de esta especie, es que comúnmente andan en parejas o grupos pequeños, suelen posarse sobre ramas de árboles bajos, cables o techos de las casas, siempre muy juntas, como apiñadas. De ahí, que cuando una pareja anda muy enamorada, se les dice tortolitos, en alusión a estas palomitas.
En este mes de la amistad y el amor, es una buena reflexión, por cuanto las tortolitas nos demuestran que la unión y la buena convivencia son acciones que debemos seguir.
Este estilo de vida, el de “Pajarear”, además de brindarnos placer, elimina el estrés y nos permite compartir la magia de la naturaleza, y nos da lecciones de cómo convivir con nuestros semejantes.
Las tortolitas usualmente conviven muy unidas, cuidándose entre ellas, compartiendo hábitat, alimento y calor, son parte de los muchos comportamientos que podemos observar entre las aves. Aprendamos a conservar sus estilos de vida, cuidando los ecosistemas donde viven y dejándolas volar libremente.
*Observador de aves.