(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 04 DE MAYO, 2018-EL JORNAL). Hace unos años, en el parque de San Ignacio, comenzaron a observarse unas palomas grises con una mancha blanca en las alas. Era curioso, ya que esta paloma solo se veía en los boques secos de Guanacaste.
Actualmente, esta paloma se puede observar con más regularidad y cantidad, ya que, en los jardines y parques, es común verla.
La Paloma Aliblanca (Zenaida asiática) de las Columbiformes, se ubica entre las palomas que permanecen mayormente a nivel del suelo y en ocasiones perchan en árboles bajos y aislados.
Su plumaje no muy colorido, café claro todo su cuerpo, les resalta una mancha blanca desde la base del ala, haciendo contorno de esta, algunas plumas negras se le alternan, incluso en la cola. El área de sus ojos es un celeste claro. Patas rojas carnosas y su pico negro claro.
Se alimenta de semillas, granos y cascajo que recoge del suelo. Se reúnen en grupos para dormir. Su canto es un sonido quejumbroso prolongado y leve.
Esta paloma ha ido creciendo, ya que hace algunos años eran unas pocas que se observaban, pero en la actualidad hemos contado hasta grupos de diez en algunos jardines de San Ignacio.
Las palomas están dentro de las aves con mayor inteligencia y con facilidad de adaptarse a convivir cerca del ser humano, de ahí su fácil propagación y nuevos registros en áreas donde no eran vistas. Algunos estudiosos aducen su propagación al calentamiento global y otros factores como la deforestación.
A este grupo de aves se les ha asociado a mitos, como el que dice que traen suerte si anidan cerca de las casas.
*Turismo Ornitológico /Licencia ICT 2423
