Adilio Zeledón*
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 19 DE ENERO, 2017-EL JORNAL). Esta semana salimos a Pajarear a la zona de Tiquires. A lo largo del camino, hacíamos un alto en algún sitio, al que consideráramos apto para observar el tipo de ave que se nos aparecía, hasta que llegamos al río Tiquires, donde lo cruza el camino que va hacia El Cornelio.
En ese paso del río, nos encontramos con una maravilla de ave. No pudimos dejar de sorprendernos a su encuentro, pues se trataba de la “Garza del Sol” (Eurypyga helias).
Esta garza, única en su familia en Costa Rica, su cuerpo es alargado y grueso, patas y cuellos largos y delgados de tonos rojizos. Plumaje color cenizo, con parches negros sobre sus alas. Su cabeza, más oscura, tiene dos líneas blancas a ambos lados, que salen de la base del pico y corren hacia atrás, con el ojo en medio de ellas.
Lo más hermoso de esta ave es que realiza un movimiento con sus alas, mediante el cual las abre de forma vertical, uniéndolas sobre su cuello, sobresaliendo su cabeza entre ellas.
Al abrir sus alas, estas tienen unos colores escondidos, que al abrirse forman un aro redondo de colores amarillo, rojo, negro y anaranjado, de ahí su nombre de garza del Sol, ya que forma una especie de sol. Este despliegue de alas lo realiza con regularidad, haciéndola muy atractiva.
Se alimenta de ranas pequeñas, cangrejos y camarones de agua dulce, así como insectos del agua. Habita en ríos rocosos de corrientes rápidas en los bosques densos.
El primer registro para Acosta fue una que encontraron muerta cerca de Chirraca de la Selva hace varios años, pero de unos tres años a la fecha, se ha registrado en los ríos Candelaria y Tiquires.
Adrián Fallas, quien la ha observado en varias ocasiones en el cruce del Tiquires camino a Zoncuano, la ha fotografiado posada sobre las rocas del río y algunos visitantes, que utilizan las pozas de los ríos para bañarse, nos han comentado que la han observado.
*Observador de aves