(SAN JOSÉ, COSTA RICA, SÁBADO 23 DE NOVIEMBRE, 2019). La destreza de fotografiar aves se mide por la capacidad para tomarle una foto a una especie con difíciles condiciones, siendo un reto en cada salida.
Esto nos sucedió en una pajareada al bosque lluvioso, donde la constancia de las reinitas en su deambular por los troncos, bejucos y arbustos, nos dio el reto de pegarle unas fotos.
Al borde del bosque, sobre unos bejucos, divisamos un movimiento de algo pequeño y con un constante “chip-chip”. Con el sigilo del caso nos aproximamos y logramos ubicar una diminuta ave que rebuscaba entre ellos.
Se trataba de la Reinita Pechinegra (Myioborus miniatus) o Candelita como comúnmente se le conoce. De las más pequeñas aves, residente de nuestros bosques, se caracteriza por sus movimientos constantes entre los niveles bajos del bosque. De color amarillo intenso su pecho y abdomen, alas, espalda y cabeza de color negro dándole una forma de capucha.
Sobre su cabeza presenta una coronilla rojo opaco, de donde se le da el nombre común de Candelita. En su incesante movimiento abre la cola a forma de abanico, mostrando unas manchas blancas en las puntas.
Se alimenta de insectos pequeños, los que atrapa en vuelo y sobre los bejucos, también se alimenta de pequeñas semillas como del Guarumo.
De los que estuvimos tratando de tomarle unas fotos, resulto algo difícil por su constante movimiento, a lo que una buena foto, clara y de buenas proporciones, a veces resulta un reto imposible de obtener.
La destreza que se debe tener para poder fotografiar algunas aves debe ser muy amplia, ya que por sus hábitos de ser inquieta las hace un reto considerable.
* Turismo Ornitológico / Licencia ICT 2423