Por Adilio Zeledón*
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 09 DE OCTUBRE, 2016-EL JORNAL). Ahora que inició la migración de otoño en otras latitudes fuera de nuestra región, ya podemos observar y escuchar especies propias de esa estación. Una de las más comunes, pero no en abundancia, es el “Zorzal de Swainson” (Catharus ustulatus), que aquí algunos lo llaman popularmente “Conchita”.
Es de la familia de los turdidos, donde se ubica el “Yigüirro”, nuestra ave nacional. Es de color café claro sobre su espalda y abdomen blanco, con algunos puntos café sobre su pecho y un aro blanco opaco alrededor de sus ojos. Se alimenta principalmente de semillas de diversos tipos y frutos, ocasionalmente algunos insectos pequeños. Es tan popular que se puede observar en todos los lugares, desde montañas, charrales, caseríos y campos de cultivos.
En Costa Rica, de los ocho zorzales que se registran, cuatro son migratorios y el más común es el Zorzal de Swainson, se le conoce así en nombre del científico que lo identificó para la ciencia.
Los Zorzales son de cantos muy melodiosos, entre ellos está el Zorzal Sombrío o “Arremendado” o “Jilguerillo”, ya que es confundido por su canto con el del Jilguero. Lo curioso del Zorzal Conchita es que aquí solo emite un sonido parecido a la de una gota de agua cuando cae en una poza, de ahí que entre algunos pajareros de Acosta se le conoce como “Gotita de Agua” por ese peculiar sonido. Rara vez se le ha escuchado otro canto.
Muchas aves migratorias, cuando arriban a estas tierras, no exponen sus melodiosos cantos, sino que los usan cuando regresan a su tierra natal en el norte del hemisferio, para el cortejo de apareamiento.
Ahora que inició la “Migración de Otoño” debemos poner atención a las especies que nos visitan, ya que últimamente se han observado algunas muy especiales, que rara vez se han observado.
*El autor posee una amplia experiencia en la observación de aves.