(SAN JOSÉ, COSTA RICA 27 DE ABRIL, 2017-EL JORNAL). Las aves de nuestros bosques se ubican según su hábitat, y estos se basan en las elevaciones sobre el nivel del mar. Es así que los hay de bajura (0-1000), elevaciones medias (1000-2000) y de altura (2000 en adelante).
Estos hábitats poseen condiciones apropiadas para que determinadas especies vegetales y animales vivan en ellas. En este sentido, nos proporcionan diferentes especies según la altura.
Cuando salimos a “Pajarear”, tomamos en cuenta este factor, para tener un perfil de cuales especies de aves nos podemos encontrar.
En las elevaciones de altura, que comprenden el cerro El Dragón o Caraigres, Cerros de Escazú y Fila Agua Buena, nos ofrecen la oportunidad de observar y escuchar aves típicas de estos hábitats.
En unos de estos sitios, buscando entre las copas de los árboles altos, sobre las puntas de sus ramas, escuchamos un sonido parecido al de un timbre, enfocando nuestros binoculares hacia ese punto, nos encontramos con el “Pito Real” o “Capulinero Colilargo” (Ptilogonys caudatus). Esta ave, de vivos colores; entre azul claro, amarillo y gris y sobre su cabeza se levanta un mechón de plumas finas, tipo penacho de color amarillo desde la nuca hasta la punta de este.
Se alimenta de insectos, que atrapa en vuelo y los que encuentra entre las plantas que se sostienen de los árboles. Arranca bayas (frutos pequeños) ya maduros de los arbustos. Vuela en grupos o parejas y se perchan sobre las puntas de las ramas altas.
Se ubica en los bosques y áreas abiertas aledañas de las elevaciones altas.
Esta es una de las varias especies que podemos observar en los bosques de altura, su belleza e importancia, en materia de conservación, ya que se ubica solamente entre los bosques altos de la Cordillera Central y de Talamanca, y el Oeste de Panamá, al ser una especie endémica de esta región.