(SAN JOSÉ, COSTA RICA 28 DE OCTUBRE, 2016-EL JORNAL). En el ámbito de Pajarear, no solo nos deslumbramos por los colores y cantos que las aves poseen, sino también por las acciones que estas realizan en su nicho ecológico.
En artículos anteriores comentábamos sobre aves con hábitos alimenticios poco agradables, pero fundamentales en la ecología. En este caso pudimos tomar unas fotografías de un ave que realiza una buena acción de control de insectos.
Se trata del mosquero “Cristofué” o “Pecho Amarillo” (Pitangus sulphuratus). De la familia de los cazamoscas, este se especializa en la captura de insectos en vuelo, los cuales se traga después de desprenderles las alas.
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El “cristofué” se le conoce así por su onomatopeya de su canto, es uno de los “Pecho Amarillos” más grande que tenemos en Costa Rica. De color café oscuro sobre su alas y dorso, amarillo en el pecho y abdomen, mancha blanca en la garganta. Sobre su cabeza una franja negra desde la base del pico a manera de antifaz.
Su pico negro y fuerte, pues le es fundamental para su acción de cazar moscas.
Su alimento se basa principalmente en insectos de todo tipo, incluye ocasionalmente arañas, pescadillos como las “olominas” y lagartijas pequeñas, en ocasiones le hemos observado comiendo bananos muy maduros y guineas.
Esta especie, es de los 77 cazamoscas, migratorias y residentes, en el país y entre los nueve “pecho amarillos”, es el segundo más grande junto con el “Pico de Bote” (Megarynchus pitangua). Se le puede ubicar en casi todos los estratos de bosque; primario, secundario, potreros, sembradíos y poblaciones humanas. Se percha en cercas, cables eléctricos y ramas expuestas de árboles, de donde hace salidas con vuelos rápidos y acrobáticos para atrapar su presa.
Esta ave realiza una acción muy fundamental en el ambiente, ya que controla los insectos y otros animales que, en abundancia, se dan en nuestros ecosistemas.
*Observador de aves.
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