Adilio Zeledón*
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 20 DE OCTUBRE, DE 2016-EL JORNAL). Cuando frecuentemente salimos a pajarear, podemos ir haciéndonos una ubicación de ciertas especies, que con frecuencia habitan lugares específicos. Pero cuando las especies tienen un rango diferente al que se les conocía, la cosa se pone interesante.
Para poder observar el chucuyo (Pionus senilis) había que buscar sitios de montañosos, con zonas de bosques y potreros adyacentes, como Zoncuano, Tiquires o por Las Limas y Bajo Pérez.
El chucuyo es de los loros que habitan en Costa Rica. De colores iridiscentes, entre verde, azul, amarillo y rojo en todo el cuerpo. Mancha blanca sobre la corinilla y garganta, pico blanco hueso y patas rosado opaco hueso. Se alimenta de semillas de guaba y flores del poró, frutos maduros de las palmas, como pejibayes, bananos y cultivos de arroz y sorgo.
Habita en zonas de cultivo aledañas a montañas, bosques lluviosos y sembradío de árboles con parches de bosque. Vuelan en grupos grandes, hemos observado grupos de hasta 20 individuos. Como decíamos, los chucuyos eran aves de observar en sitios alejados de San Ignacio, pero ahora se han podido observar cerca, como el caso de un reporte de ellos en el Alto La Vigía, camino viejo a Ococa.
Este loro, por ser muy llamativo en sus colores, es uno de los más asediados a tenerlos enjaulados como mascota. En algunos caseríos, hemos visto jaulas con uno o dos chucuyos. Pero ya no es muy común esa práctica, ojalá se concientice de que las aves son para que estén libres y no en jaulas.
Nuestra avifauna se está recuperando, ojalá las nuevas generaciones crezcan con la buena conciencia de que la conservación es cosa de todos los días y las aves y plantas silvestres se deben de quedar en su hábitat natural.
*Observador de aves.