(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 10 DE FEBRERO, 2018-EL JORNAL). Hace una semana, sucedió algo, que por una parte es dolorosa, pero con un final feliz. Mediante llamada telefónica, me indican que, en una finca en Salitral de Acosta, se encontraron un Búho guindando de una cerca de alambre de púas. De las plumas de un ala, este se encontraba atorado y por sus movimientos en su afán de soltarse, tenía dañada toda el ala.
Me traslado hasta el lugar y me encuentro que es un “Ju de León” (Ciccaba virgata) uno de los búhos más comunes de nuestra región.
Estos búhos salen en horas de la noche en busca de alimento y pareja. Su hábitat se basa en zonas abiertas, de cultivos y potreros, ya que sus presas son roedores, culebras pequeñas y escarabajos, lo que la hace trasladarse a través de campos de cultivos, a través de fincas, mismas que están divididas por cercas con alambres de púas.
Los búhos, para desplazarse en la oscuridad, utilizan su ágil vista y sentido de orientación. Los hilos de las cercas de alambre son muy delgados, siendo imperceptibles para ellos, dándose estos accidentes, donde algunas quedan atrapadas entre los hilos.
Gracias a la intervención de Fernelly Prado y su hijo Moisés, quienes resguardaron el búho hasta que yo llegara, luego lo trasladamos a la veterinaria La Acosteña, donde el profesional regente lo esterilizó e inyectó, para luego ser enviada al zooave en la Garita de Alajuela.
Esta acción, donde las aves son rescatadas por los propietarios de las fincas cuando sufren estos accidentes, sirven de ejemplo, para que estos inconvenientes de las aves no sean de un final triste, en el que el ave muere.
*Turismo ornitológico.
