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Nada cambiará con el hijo del guardaespaldas

Gobierno de Rodrido Chaves no cambiará tantas cosas como prometió en campaña.

(VIERNES 15 DE ABRIL, 2022-EL JORNAL). El chofer y guardaespaldas del caudillo “Pepe” Figueres, el ateniense  Rodrigo Chaves Arguedas, heredó a 5 millones de costarricenses el presidente número 49, marcado por unas elecciones de  “abstencionismo” como nunca y con ausencia total de  cualquier lucha antimperialista en el horizonte.

Se trata de Rodrigo Alberto de Jesús Chaves Robles, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), economista de profesión y 60 años de edad, quien comenzará a “comprarse broncas” a partir del próximo 8 de mayo próximo, por  los altos niveles de corrupción, elevadísimo costo de la vida y los “tres o cuatro monopolios” controlados por las familias allegadas a Liberación Nacional, precisó durante la campaña.

Según recordó a José María Figueres  durante uno de los debates televisados, el hoy presidente electo era el hijo del chofer y el guardaespaldas del viejo caudillo “Pepe” Figueres, en clara referencia a que su padre se rifaría la vida por el emblema verdiblanco. “El apellido le quedó grande” reclamó a José María Figueres, dando entender  la cuna de oro de la cual procedía su adversario.

El riñón verdiblanco del mandatario electo sería evidente, si nos atenemos a la nota periodística que da cuenta cómo en 1947 su progenitor, Chaves Arguedas, recibió una paliza  de las tiendas calderonistas (La Teja 4/4/2022), entonces adversarias del figuerismo.

Poco más de 52% del electorado apoyó  a Chaves Robles contra  un   47% de respaldo  a Figueres durante una segunda vuelta el pasado 3 de abril,  donde el gran perdedor resultó el diario La Nación. Este periódico sostuvo en la última semana de los comicios una persistente  campaña contra el PPSD y su candidato por  un fidecomiso,  presuntamente como una  estructura paralela de financiamiento ilegal. Sin embargo, la escogencia de Chaves Roble nos dice que la “cruzada” por el fidecomiso y el supuesto acoso sexual cuando trabajó en el Banco Mundial, encontró poco eco entre los costarricenses, incluso entre las mismas féminas que el movimiento feminista buscó capturar con fines electoreros.

COMO BUENOS AMIGOS

El fortalecimiento del “partido del abstencionismo”, con  un millón y medio en sus filas, que invalidaron su voto y los negocios privados consolidados dentro de Liberación Nacional desde aquel Primer Ajuste Estructural en la administración de Luis Alberto Monge, obligan a dos lecturas políticas necesarísimas al exconsultor del Banco Mundial. Por un lado, su compromiso en campaña electoral de acabar con la corrupción, los monopolios controlados por pequeñas élites, el desempleo y el costo de la vida; por el otro, hay 900 mil votantes a favor de  Figueres, respaldado éste además por 19 legisladores de todas las edades; asimismo algunos representando organizaciones cercanas a la vida de la tramitología;  gracias a la cual muchos líderes de aquellas, amasaron fortunas desde posiciones de poder.

A solo horas  de conocerse la escogencia de Chaves Robles, éste llamó “a trabajar por la unidad del país”, mientras invitaba a Figueres a una reunión privada en su casa. De este cónclave realizado  casi inmediatamente después que Figueres reconoció su derrota, el presidente escogido  dijo que  “conversamos sobre una agenda nacional, sobre continuar colaborando, ya una vez que el pueblo de Costa Rica decidió”. Allí estuvieron también  los excandidatos a vicepresidentes verdiblancos: Laura Arguedas y Álvaro Ramírez, como señal inequívoca que en Liberación Nacional se pellizcan.

 El propio excandidato Figueres es señalado con fuertes intereses en el negocio de la generación privada de electricidad y la producción de “energías verdes”. En tanto, dentro del mismo Liberación Nacional, conocen los fuertes intereses de influyentes familias en el monopolio del azúcar y los deseos para apoderarse de la Fábrica Nacional de Licores (FANAL) y el redondo negocio del alcohol.

ASAMBLEA  HOMOGENEA

Para encontrarle trabajo al 13% de los costarricenses desempleados, dar habitación digna a más de un millón sin casa o morada que requiere reparaciones, detener los jugosos negocios hechos con el Estado al calor de concesiones, licitaciones, compras de medicamentos etc., y convencer así a millón y medio de ticos disgustados con la clase política, no todo está cuesta arriba para el “hijo del guardaespaldas”.

A su favor tiene en la Asamblea Legislativa a todos los  partidos “democráticos” con curules, producto del mejor  negocio de los últimos 40 años en el país: lo formación de partidos electoreros para generar riqueza.

Según el Tribunal Supremo de Elecciones tienen derecho a repartirse por concepto de deuda política  ₡ 19.686 millones los siguientes partidos, inscritos a escala nacional: a Liberación Nacional corresponde  ₡ 5.990 millones, al partido del presidente Chaves ₡ 3.657 millones; Nueva República ₡2870 millones; Socialcristianos ₡ 2.737millones al Liberal Progresista ₡2.408 millones y  al Frente Amplio ₡ 1.960 millones. ¿Quién dijo crisis?

Asimismo, Chaves Robles encontrará una Asamblea Legislativa dócil por parte de los diputados provenientes de las diversas divisas, siempre y cuando no meta mano a los negocios privados de quienes les facilitaron la curul, dirigiendo  sus esfuerzos  a cuidar el negocio de todo aquello rentable dentro de la esfera del Estado.
El endeudamiento con el Fondo Monetario no es problema, ni endurecer  la ley de empleo público, ni si se endurece la judicialización de la protesta social, o si seguimos negociando en el exterior  los fondos de pensiones, o la gente se muere esperando una cita en la Caja ( para eso hay hospitales privados) etc. Eso sí, los  otros negocios, son intocables.

Ni siquiera se puede hablar de un Frente Amplio en el congreso con seis parlamentarios como “izquierda” antimperialista, antihegemónica y a favor de la autodeterminación de los pueblos. El país vive el mismo fenómeno de las llamadas “izquierdas caviar” o “izquierdas light” presentado en  otras naciones, donde la llamada izquierda se mueve entre  nacionalsocialismos (una especie de nacional socialista) que de verdad dejan la sensación están por cambios, pero se corre el riesgo de que esos cambios sean al estilo  de Hitler, porque renunciaron a luchar por la unidad de los pueblos, la no injerencia en las cosas de otros estados etc., y una oligarquía  (corporativista y fascista al mejor estilo de Mussolini).

Al final, ambos terminan coincidiendo para que nada cambie, porque los primeros pasaron su vida entre reuniones para reformar y ponerle a tono el sistema a la oligarquía, por eso no articularon ni siquiera las fuerzas de su barrio para luchar por  un parque infantil (no hablo de organizar a los trabajadores ni a las amas de casa por el alto costo de la vida); los segundos viven felices obedeciendo las órdenes emanadas de la Metrópoli y seguros de que siempre hay alguien que cuida sus espaldas.

 

* Periodista, abogado y notario por la U.C.R . Cuenta además con un Diplomado en geopolítica y petróleo por la Universidad de Zulia, Venezuela.  

 

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