CUARTA ENTREGA DE LA SERIE LA CONDUCTA HUMANA

Algunos de mis amables lectores, me han solicitado aclarar aspectos de mis artículos y lo hacemos con mucho gusto

(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 01 DE JULIO, EL JORNAL). La evolución es el proceso de cambio de los seres vivos en el curso de generaciones y durante millones de años. Este proceso implica un cambio gradual a través del tiempo tanto en el genotipo (en su dotación genética) que posee un organismo en particular en forma de ADN y de los cromosomas y genes según la especie y, que, además, determinan el fenotipo, este es la expresión en forma física de las características de un individuo de una especie determinada, incluye su aspecto físico, fisiológico e incluso su comportamiento.

Los conocimientos científicos del presente nos señalan que el padre y la madre de cada matrimonio o unión, lo que trasmiten mediante la relación sexual son 23 cromosomas que están en el espermatozoide y otros 23 en el óvulo, los cuales se combinan dando un total de 46 cromosomas en el huevo u óvulo fertilizado para formar así él nuevo ser, que lleva en su interior los 20 mil genes que posee cada persona y que son los que nos proporcionan todo lo que somos. Los cromosomas, que heredamos no que creamos, no los hicimos nosotros, los recibimos así de nuestros padres y estos de nuestros abuelos. La pregunta es ¿entonces, de quién son nuestros hijos?

Lo que nosotros hicimos fue trasmitir los cromosomas y sus genes que cada uno posee, en el acto sexual, y un momento después, un óvulo y un espermatozoide se combinaron y formaron una única célula (el óvulo fecundado) para dar un nuevo ser; por ello es cierto que los hijos tienen detalles genéticos de los dos padres o de las dos familias y, además, todos hemos oído decir, que un nieto es igual al abuelo o al bisabuelo, o más allá, en su físico o en su inteligencia o conducta, ya que somos prolongaciones en cientos de años de nuestras familias.

Los animales y las plantas se adaptan pasivamente a los cambios ecológicos del ambiente, mediante las alteraciones que sufren sus genes al azar, si estos cambios no son buenos la especie perece por falta de adaptación. La especie Homo sapiens, por otra parte, desde hace siglos responde a los cambios en la naturaleza modificando el medio ambiente en que vive, sí puede hacerlo, o desplazándose de él si es peligroso, e incluso puede lograr adaptarse a éste con cambios en el comportamiento. Todo eso lo hace gracias a los conocimientos y experiencias adquiridas para enfrentarse con situaciones difíciles, y que han sido trasmitidas de generación en generación por el ser humano. 

 

LA CONDUCTA HUMANA es la capacidad que tienen las personas para responder a los estímulos o problemas que encuentra en el medio ambiente (externos) o incluso internos (pensamientos), durante la vida desde que se nace y hasta morir. Esta conducta es el resultado de los siguientes factores:

1-FACTORES HEREDADOS O INNATOS (no aprendidos) considerados BIOLÓGICOS, proporcionados por los genes, por lo que se les llama también GENÉTICOS, entre ellos están los INSTINTOS (los animales los poseen incluso en mayor grado). Al nacer los niños lloran por temor al salir de la seguridad de la matriz al exterior, o para llamar la atención o por hambre, y si se les pone en contacto con el pezón de la madre maman de inmediato o si se llevan uno de sus dedos a la boca comienzan a succionarlo. Las crías de los caballos, los elefantes y las jirafas, al nacer se levantan del suelo y caminan. Las tortuguitas al salir del huevo corren por la playa hacia el mar. Nadie les enseño eso. Y si se trata por ejemplo de las abejas o las hormigas, todo su comportamiento es innato. Los humanos tienen otros componentes innatos muy importantes como los de supervivencia, entre ellos está, el de la agresión para alimentarse o defenderse y el de la huida, si el agresor es peligroso. Están también los de la atracción sexual del macho para con la hembra (hombre/mujer) indispensable para reproducirnos, sin éste, no existiría la especie humana. Queda pues claro, la conducta innata es instintiva.

2-LOS FACTORES APRENDIDOS llamado también SOCIALES o CULTURALES. Se refieren a los conocimientos ADQUIRIDOS, estos se deben a la experiencia que tiene el ser humano desde que nace y durante toda la vida. El niño aprende por las enseñanzas que sus padres le imparten en el hogar y posteriormente en la calle con sus amigos y de los ejemplos observados en todo lugar (algunos le llaman por IMITACION), considerado todo esto, una educación informal. Más adelante al ingresar a la escuela, colegio y universidad se le llama educación formal. Para los humanos estos factores adquiridos llegan a ser con el tiempo los más importantes.

3-Existe un TERCER FACTOR. Se trata de una PREDISPOSICIÓN O FACILIDAD HEREDADA que, además, requiere de FACTORES AMBIENTALES O ADQUIRIDOS. Un niño africano con predisposición a la música o a las matemáticas no lograría destacar en ese campo si no encuentra el ambiente adecuado que le facilite poder expresarse. Mozart fue un genio musical y su genialidad se facilitó porque su padre era un musico. Aquí, LA HERENCIA SE COMPLEMENTA CON LA EXPERIENCIA.

Iván Petrovich Pavlov

Una investigación de Iván Petrovich Pavlov a principio del siglo veinte, señaló que existen dos tipos de REFLEJOS, los llamados innatos o incondicionados como el del hambre y los condicionados o adquiridos, en los cuales por una asociación repetida, un perro responde a un estímulo artificial como el tocar una campanilla reiteradamente antes del almuerzo lo cual provoca en los animales secreción salival.

Los reflejos son respuestas automáticas involuntarias que aparecen o son ocasionados bajo un estímulo. Entre los innatos tenemos los reflejos del recién nacido ya señalados o el llamado reflejo rotuliano tendinoso al golpear el tendón debajo de la rodilla y la pierna se extiende. Los reflejos adquiridos en el caso de personas se desarrollan a lo largo de la vida. por ejemplo, el pisar el freno de un automóvil cuando la luz de un semáforo se pone roja o despertarse al oír la alarma del reloj.

En todos los casos es la mente (el cerebro funcionando) creado por los genes durante el desarrollo del embrión y el feto, el que dota al niño, al joven y al adulto, de la capacidad de pensar y actuar para tener una conducta determinada, pero la conducta siempre tiene un componente innato y uno adquirido en mayor o menor proporción, según la época y el momento de comportarse. A si mismo es la mente la que nos dota a los humanos, además, de la capacidad de pensar, la de sentir (emociones) y gracias a la memoria recordamos y eso nos permite razonar y poder controlar las emociones para darnos pautas de conducta determinadas.

En la actualidad, está claro, el cambio lento pero inexorable, en cuanto a deterioro, que en todos los aspectos sufre el medio ambiente (se habla de ambiente, ya que en medicina hay medio interno), lo anterior requiere que los seres humanos modifiquen muchas cosas en su forma de pensar, de actuar y de explotar a la naturaleza, pues, “esta no olvida ni perdona” y, el envío de este maquiavélico virus nos señalan que en el futuro deberemos soportar más trastornos, ya sea, otra pandemia viral, ciclones e inundaciones entre otras alteraciones ecológicas. Con el problema de que, ya no parece haber la posibilidad de un cambio orgánico en el ser humano para adaptarse al rápido deterioro del ambiente. Por ello debe modificar sus fallas en la conducta, pues, mientras la naturaleza y el ambiente han sufrido modificaciones muy rápidas en los últimos años, la naturaleza biológica (los físico u orgánico) del hombre ha permanecido igual desde hace 200 000 años.

Y aunque su mente si cambio en forma notable gracias a las experiencias recibidas, sobre todo por los grandes avances científicos; esa misma mente ha sido en parte responsable de la crisis que tenemos y a veces, su razonamiento no ha estado a la altura de los problemas creados por sus inventos, pues al hombre se le olvidó que depende de los demás seres vivos, animales y plantas para sobrevivir en forma armoniosa, y, por ello ha destruido a cientos de miles de especies animales y vegetales, ocasionando los problemas ecológicos que tenemos actualmente. El ser humano ha actuado en forma extraordinaria muchas veces para beneficios de todos, pero en otras muy mal y haciendo daño a los demás seres del planeta Tierra.

Lamentablemente, hemos creado una tecnología extraordinaria, pero no hemos sabido regularla (no nos han importado las consecuencias de ella en el futuro) o sea, no supimos prever sus consecuencias secundarias nocivas, debido a que nuestra mente en ese sentido ha actuado con una psicología de la Edad de Piedra, como si sobrara de todo en La Tierra y la explotación de los recursos no repercutiría en el futuro de nuestros nietos, bisnietos y más allá. La crisis ambiental actual es consecuencia de una mala conducta nuestra; hemos tratado a como haya lugar de conseguir beneficios para nuestra generación a corto plazoen muchos sentidos, sin atender las consecuencias en parte letales a largo plazo, por esa razón, el cambio para lograr mejorar es modificar la conducta humana.

La razón, y sobre todo la espiritualidad, ha sido dejada de lado en nuestras acciones contra la ecología a través de los siglos y ni que decir cuando nos hemos enfrentado con armamentos en las diversas guerras, incluyendo dos Mundiales, con muertes de millones de seres inocentes y destrucción de la infraestructura de las ciudades y pueblos, dejando a poblaciones enteras sin recursos para subsistir, y en cambio, nunca hemos tomado decisiones conjuntas para erradicar la pobreza mundial, la cual resolveríamos, con los presupuestos de un año que tienen los ejércitos de Los Estados Unidos, China y Rusia.

El ser humano es más que genes y experiencia o biología y cultura, la evolución lo dotó de un cerebro lleno de plasticidad y de capacidad extraordinaria para adaptarse a los cambios en la naturaleza que lo han afectado a través del tiempo, logro obtenido por su privilegiada mente que ha generado miles de ideas para enfrentarlo, por eso se dice que somos los seres más avanzados de la creación.

Lo más importante para una mejor adaptación ante un gran problema ecológico o infeccioso como la actual pandemia viral, es lograr consenso global para enfrentarlo y unirnos todos en la lucha. Nuestra terquedad de persistir enfrentándonos pueblo con pueblo o nación con nación, ya sea económica, social, ideológica o militarmente, hace peligrar ya no la paz en el mundo, sino nuestra subsistencia como especie humana.

No debe ser utilizando ideas políticas o religiosas o de otro tipo las que nos guie, ni tampoco debemos actuar bajo la presión de intensas emociones; debe ser lo mejor que tenemos en nuestra mente y corazón, o estaremos en vías de desaparecer como especie en un futuro.

*El autor es Expresidente y miembro de número de la Academia Nacional de Medicina – Exministro de Salud- Premio Nacional de Ensayo “Aquileo Echeverria” 1992 – Distinguished Health Medical Consortium 1998. Por las Escuelas de Medicina de los Estados Unidos y Canadá. Premio Nacional de Cultura Magón 2015. Catedrático de la Escuela de Medicina de la UCR – Profesor Emérito de la UCR. Premio a la excelencia en Salud Pública por el Ministerio de Salud y el Gobierno de CR. 2010. Autor de 38 libros.

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