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La afición de Saprissa merece explicaciones

(MARTES 19 DE ABRIL, 2022-EL JORNAL). El Presidente del Saprissa Juan Carlos Rojas le debe explicaciones a su afición, que es el mayor activo que posee el equipo morado y que ha hecho del club el más ganador de Costa Rica y el  más importante de Centroamérica.

En la actualidad, existen muchas dudas respecto a cuál es la verdadera situación financiera del Saprissa, dado que los hechos conocidos es que tiene una planilla de regular para abajo, con las excepciones ya conocidas de Torres, Bolaños y Cruz.

Los aficionados morados se preguntan por qué si existe el dinero suficiente para contar con un once más competitivo, el Saprissa hoy sufre en cuanta gramilla se presenta y está cerca de quedarse fuera de las semifinales, en vista de que ni el juego ni la calidad de sus futbolistas inducen a creer que esta vez sí existirá milagro.

Y si en Saprissa abunda el dinero, entonces, los aficionados tendrán que preguntarle a Juan Carlos Rojas, cómo es que en la abundancia llevan figuras que, con todo respeto, en otro momento ni siquiera hubiesen sido consideradas para hacer una pasantía en el club.

Mientras Saprissa no aclare, ojalá con números, su situación financiera y deje tranquilo a todos sus aficionados, la situación se prestará para especulaciones y cálculos que pueden conducir a error.

Ante este panorama, es que considero que lo más beneficioso para Juan Carlos Rojas y Horizonte Morado es apelar a la transparencia para con sus seguidores.

Desde el punto de vista legal está claro que no es una exigencia dar a conocer el estado financiero del Saprissa, pero desde la transparencia es un recurso que la afición merece conocer.

Porque, como lo decía tantas veces y con tanto orgullo don Enrique Weisleder: ‘Saprissa es una institución nacional’, es decir, ya ni siquiera le pertenece a los accionistas, sino que es un patrimonio de Costa Rica, al que hay que cuidar y potenciar para que cada vez sea mejor.

Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FxD y en EL JORNAL

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