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Historia de un cameleón disecado

(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 09 DE MARZO, 2019-EL JORNAL). Confieso que fue el primer animalito que disequé en mi natal Miramar de Montes de Oro, cuando tenía seis o siete años. Regañada y media por el querido  párroco Carlos Manuel Larios Ugalde porque este reptil, me dijo, la única defensa que tiene es su capacidad de cambiar de colores, según la ocasión.

Llevando los cursos de Biología en la UCR descubrí que miles de millones de años atrás quienes nos ufanamos de “humanos”  tuvimos alguna relación no solo con los peces y otros bichos raros, sino además con los reptiles.

Tal vez  por ese lejano pasado – lo planteo como especulación científica-  hay  seres humanos con esa capacidad de camuflaje, cambiando de posiciones o ideas, que vienen a ser una especie de Camaleón moderno.

 Max Weber  (n.21/4/1864- m. 14/6/1920) los ubica en clase baja, media o alta; mientras Marx ( n.5/5/ 1818- m. 14/3/1883), los divide en asalariados, a fin de diferenciarlos entre quienes son los dueños de los medios de producción  y crean su propia ideología, que transmiten a sus trabajadores por  las instituciones del Estado.

En todo caso, analícese con uno o  el otro, tenemos en las sociedades una especie de espécimen llamado  “pequeño burgués”, generalmente  con una asombrosa capacidad de adaptación  que deja frio al más pintado.. Baila el “son” que le toquen, porque su fin último, es subir un escaloncito, donde encuentre seguridad contra los disecadores.

Una vez alcanzado el grado de “burgueses  necesarios” –usted los ve sin articular las masas y jugando de moralistas-, en curules, ministerios, sindicatos, comités de solidaridad (a muchos les gusta viajar), ONGs etc, pasan hablando  de “sociedad civil” en lugar de pueblo, como lo haría Gramsci , de “igualdad real de las mujeres”,  “aborto”,  “amor” eterno entre las mismos sexos,   “democracia”, “elecciones transparentes”,  etc .

Este camuflaje es encantador. Lo feo son sus entresijos y el fétido hedor, que conozco perfectamente..

Por eso comprendo a esta gente, no quiere decir que vayan a cambiar mi “pueblo”, por eso que ellos llaman rimbombantemente “sociedad civil” o que acepte de buenas a primeras   la “igualdad de género”,  si antes  detenerme a ver  el triste momento que pasan miles de trabajadoras a quienes pagan la mitad del salario mínimo.

No concibo ningún análisis sobre estos temas de moda  sin tener presente que el INEC reveló  que en  Costa Rica hay 294 mil personas sin trabajo, de los cuales 148 mil son hombres y 145 mujeres. Ambos, por desgracia, comen, deben vestirse, necesitan techo, etc..

Cómo voy a plegarme a estos camaleones modernos  si los hogares en situación de pobreza  (LP) representan el 21, 1% del total del país, esto es 1,1 punto porcentual superior al 2017, variación que es estadísticamente significativa.

La pobreza extrema – aquellos hogares cuyo ingreso no alcanza para comer se ubicó en 6,3%, con un incremento de 0,6 puntos porcentuales respecto al año anterior.

Nunca han intentado articular nada desde sus posiciones de poder. Ni a las amas de casa, que la están pasando mal, ni a las miles de mujeres y hombres trabajadores, estudiantes, campesinos sin tierra, etc. Y cuando llegan con la consigna de sumar y no restar lo hacen con el dogmatismo de la Inquisición.

Uno entiende que las necesidades de cambiar de pellejo hacen que muchos de estos personajes hablen de  “antiimperialismo”, pero paradójicamente,  hay que quitar a  Maduro por la fuerza; lloran por  la pobreza en  Venezuela – en Haití, Honduras, Costa Rica, Guatemala, no hay pobreza, según ellos- pero no dicen esta boca es mía cuando  roban a Petróleos Venezolanos $ 30 mil millones depositados en bancos estadounidenses.

Termino contando la experiencia de quien  inspiró esta columna. Lo  conocí   en los años 70 cuando parecía le llegaba más sangre a su cerebro y menos al hígado: “Ortega debe irse a como sea, es mejor  un  Chamorro, que  la Chayo Murillo porque es el poder detrás del trono”, me dijo . Y es defensor de las mujeres.

 ¡ Este reptil, me dijo el párroco, la única defensa que tiene es su capacidad de cambiar de colores, después de eso, no hacen daño¡

Periodista, abogado, notario graduado en la UCR

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