Inicio Opinión Palestra El niño y las...

El niño y las monedas

Lic. Rafael Ugalde Quirós.

(Columna dedicada en ocasión del 1 de mayo y a todos los jóvenes  sobrevivientes de los abusadores de niños)

(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 27 DE ABRIL, 2019-EL JORNAL). 

_ Bertold: Hijo por qué lloras así?

Un niño, ahogado en lágrimas, sobre  el umbral de una puerta, desconsolado, dijo: “Aquel otro  niño que va allá se llevó  la moneda que me diste”.

_  Bertold: No hay problemas: faltaba más. ¡Toma, acá tienes otra moneda,  ¡cuídala!

Por la tarde, cuando Bertold regresa de su trabajo encuentra nuevamente llorando a aquel niño a quien horas antes había hecho feliz entregándole  otra moneda

_ ¿Y ahora, niño, qué pasó?.

_ El mismo  niño me arrebató la segunda moneda que me diste, dijo el párvulo, nuevamente, ahogado en lágrimas y sollozos.

Bertold  bajó la vista y siguió su camino con el corazón hecho un puño y como de costumbre con sus  arrugados diarios Extra y La Nación bajo del brazo para leerlos cómodamente sobre el sofá de su casa a la hora de sintonizar las noticias de Teletica y canal 6.

Por algunos titulares de esos diarios que se dejaban ver  nos enteramos de que al fin lograban lo que se creía imposible: el Instituto Costarricense de Electricidad “ ha perdido competitividad”; paso previo para justificar su desmantelamiento y venta.

Que el país tuvo un sistema de salud del primer mundo, por encima de naciones como Estados Unidos y España; pero hoy el servicio llega a lo sumo a una  “asistencia de caridad”, al   mejor estilo de principios del siglo pasado; aunque el dinero abunda para pagar facturas falsas y pagar por atención privada para  pacientes  de la CCSS.

Arduas luchas durante 30 años de quienes ven un “lujo” innecesario la educación pública costeada por el Estado  logran  su victoria. Las escuelas estatales se caen a pedazos, los colegios públicos carecen de laboratorios, baños, etc., y para cerrar con broche de oro, las universidades públicas, otrora entre las mejores de Latinoamérica,  estorban  frente a casi medio centenar de casas de estudios de garaje.

El sueño de un país sin huelgas toma cuerpo y así se evitará  que  los cazadores de fantasmas, prostitutas y vendedores  de mango cele con limón agrio paralicen la nación.

¡Nadie merece lo que no es digno de defender!

 

Periodista, abogado y notario graduado en UCR

Artículo anteriorJesucristo y el Brasil de Bolsonaro
Artículo siguienteEl libro que le cambió la vida a Carlos Luis Fallas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí