(MIÉRCOLES 03 DE NOVIEMBRE, 2021-EL JORNAL). La diversidad de aves envuelve todo el planeta. Algunas especies las podemos observar en muchas partes, pero hay algunas excepcionales que se dan solo en una determinada región. Esto es lo que se conoce como endemismo.
Acosta, siendo una región de variados ecosistemas, posee las condiciones para que especies muy particulares se encuentren aquí.
El Saltón Costarricense (Arremon costaricensis) es uno de estos. Familia de los Pinzones, este habita bordes de bosque y charrales enmalezados. Su plumaje no es muy colorido, el dorso, alas y cola son verde oliva, cabeza negra con líneas grises sobre sus ojos. Garganta, pecho y abdomen blancos. Picos y ojos negros.
Se alimenta de insectos y arañas que atrapa entre la vegetación.
Lo importante de este pinzón es que solo se puede observar en los “piedemontes” del sur de Costa Rica únicamente, siendo una especie endémica (única) en el mundo, de ahí su nombre científico de A. costaricensis.
A este pinzón lo ubicamos en la entrada al Portal de La Montaña, en Raizales de Sabanillas de Acosta. El camino divide la montaña de una zona de charral que da a la carretera principal y una pareja saltaba y rebuscaba entre las marañas de la vegetación. Su comportamiento es permanecer dentro de la densidad del follaje, lo que lo hace difícil de observar.
El poder encontrar esta especie nos llena de gozo, ya que el poder observar una especie de condiciones tan limitadas convierten la salida en un éxito.
La presencia de aves con un estatus como este pinzón hacen que la zona de Acosta, en general, sea extraordinaria para la observación de aves.
Acosta tiene un enorme potencial en este campo: que los costarricenses empiecen a visitar el cantón y descubran un filón de oro en su aviturismo y en su belleza natural, rodeada de montañas, ríos y páramos.
*El autor es Bachiller en Gestión Turismo Sostenible/Guía General 2423 ICT/Turismo Ornitológico