(JUEVES 03 DE JUNIO, 2021-EL JORNAL). El juego de esta noche –8:30 p.m..—entre Costa Rica y México debe marcar un punto de inflexión y la recuperación del seleccionado de cara a las eliminatorias, ya no ha de haber tiempo para excusas y justificaciones.
Más allá de las altas y bajas que haya tenido el entrenador Rónald González, a partir de este encuentro se deberán perfilar los elementos que han desarrollarse en toda su dimensión en la eliminatoria, lo contrario es jugar a las eternas expectativas, que tienen sumido a nuestro fútbol en una etapa gris y mediocre.
No podía haber mejor rival que México, que no solo clasificó fácil a la Final Four, sino que ha llevado a su mejor equipo, porque tanto los aztecas como los estadounidenses, entienden que este torneo les servirá para establecer pautas con miras a la Copa de Oro y a la fase de clasificación rumbo a Catar 2022.
De la forma en que se asuma el juego se podrán extraer las primeras conclusiones. Hay que determinar si Costa Rica seguirá siendo un equipo timorado, con falta de juego entre líneas y con escaso gol, o será atrevido para presionar al rival con propiedad y una vez recuperado el balón hay que determinar si tiene la capacidad para ir al frente y generar ocasiones de anotar.
A partir de esta noche sobrarán las palabras. Lo que la afición quiere son hechos. Tampoco serán aceptadas las interpretaciones de que vamos camino a la mejoría. No, la mejoría ha de demostrarse hoy en la cancha del Empower Field de los Broncos de Denver.
Y aunque cada vez que juega la Selección surge, como por arte de magia, el verbo “ojalá”, ya no son tiempos para invocarlo, estamos en el momento de la acción, de demostrar en la cancha que incluso con menos recursos futbolísticos se puede enfrentar a un México que siempre llega a estos certámenes con aspiraciones de grandeza.
Eso es: hay que tener aspiración de grandeza, en el buen sentido de la palabra, para que en la gramilla se observe a una Tricolor que juega como equipo, el que a su vez hace que se destaquen las individualidades.
El tiempo de las excusas se acabó. Veremos si los protagonistas se han percatado de ello y realizan un partido digno, a la altura de los colores patrios, y del escudo que defienden.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez
