(MARTES 03 DE MARZO, 2021-EL JORNAL). El oficio de contar historias es uno de los más difíciles del mundo. Y si no que lo diga Juan Rulfo, maestro mexicano admirado por grandes escritores, pero que solo publicó una novela corta y magistral –Pedro Páramo– y un volumen de cuentos –El llano en llamas– y nada más.
Ahora, cuando dabamos por descontado de que sabíamos todo sobre Pelé, vinieron David Tryhorn y Ben Nicholas y nos dan una sorpresa mayúscula: el Pelé ser humano, el que se iba a la cama con un millón de preocupaciones, tal y como le pasaba al vecino más humilde de la más humilde favela brasileña, lo desconocíamos.
El hombre frío, calculador, silencioso cuando le convenía, en realidad nunca existió. Esa imagen se la crearon aquellos que querían que él, solo, derribara una dictadura e hiciera al mismo tiempo el milagro de la multiplicación de los panes.
En el documenta de Tryhorn y Nicholas surge ese ser humano que vio a su padre llorar como un niño con el Maracanazo, el hombre que tenía inseguridades, que nunca se creyó patológicamente el mejor del mundo –aunque lo era—y el que nunca jamás, como dice una triste y pobre promoción que anda dando vueltas por ahí en el espectro, se olvidó de sus humildes orígenes y de Don Dihno, su padre, al que acompañó a limpiar baños cuando le sobrevino a su progenitor una lesión de rodilla que le imposibilitó seguir jugando al fútbol.
El trabajo de la productora británica Pitch, con Kevin McDonald como productor ejecutivo, el mismo que ganó un Oscar con “Múnich 1972”, en el año 1999, es de un gran mérito, porque humanizan muy bien al personaje, que confiesa su alivio tras el Mundial de 1970, en el que se consagró como el Rey, título que le pertenece ya de forma vitalicia, porque nadie ha podido, ni podrá destronarlo, incluido el que más cercano estuvo de lograrlo: nuestro querido y admirado Diego Armando Maradona.
Pelé es sinónimo de fútbol. O más bien el fútbol es sinónimo de Pelé. Son caras de una misma moneda, maravillosa y brillante. Precisamente, un 3 de marzo de 1916 ingresaba a la Real Academia Española (RAE) la palabra fútbol, con esta grafía en castellano, con todos sus honores.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
