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Pandemia de insensatez

(JUEVES 21 DE OCTUBRE, 2021-EL JORNAL). Mientras el Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, olvida que los jugadores son humanos, y quiere un Mundial cada dos años, a esa locura se une el Arsenal inglés, que acaba de anunciar el fichaje de Zayn Ali Salman, un niño de cuatro años.

Lo vieron correr más que niños de cinco y seis años y al parecer ganó algún mano a mano, y entonces corrieron a hacerle un contrato.

Señores: esto es surrealismo puro. Y no es extraño que esta pandemia de insensatez haya tomado por asalto al fútbol, si es el propio Infantino el que quiere meter en una cápsula  a jugadores durante un mes, que jueguen entre siete y diez partidos y que luego vuelvan a sus equipos.

Ya lo dijo Luka Modrić: ‘no nos preguntan nada’. UEFA se ha posicionado desde un principio en contra de esta aventura electoral de Infantino. Votos, votos, votos. Eso es lo que busca el Presidente de FIFA, que pasará de 32 a 64 equipos, y después a 84 y no nos extrañemos que el Mundial del futuro se dispute con 100 equipos.

Sería bueno en este contexto, que la Federación Costarricense de Fútbol se pronuncie si apoya la insensatez de Infantino o está  con los futbolistas, que en las próximas horas harán un pronunciamiento mundial para llamar a la cordura.

Al Mundial hay que añadir torneo local, interrregionales, supercopas, Mundial de Clubes, al que ahora Infantino quiere sumar ocho equipos más. Es decir, pasar de siete a 15.

Es la burocracia y la codicia las que han tomado de la solapa al fútbol y lo llevarán al abismo. Infantino, que es tipo astusto, con ese portero de siciliano tardío, piensa todavía que el fútbol se juega con un balón y se equivoca, claro está, de principio a fin.

El fútbol es de los jugadores por ellos y gracias a ellos existe. Si se mata a la gallina de los huevos de oro, este deporte que es perfecto, gracias a sus maravillosas imperfecciones, terminará en el piso, superado por los afanes de los señores de pantalón largo, que ya se inventaron el VAR, que lo único que ha hecho es entorpecer la sorpresa, la polémica, la duda, elementos esenciales y fundacionales del fútbol con sello inglés.

El Mundial cada dos años está a la altura de la demencia de contratar a un niño de cuatro años. Un nuevo fantasma recorre el mundo: la pendemia de la insensatez.

Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FxD y en EL JORNAL

 

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