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LAS CARTAS DE CARMEN: El renacer de una pasión

(JUEVES 19 DE ENERO 2023-EL JORNAL). Mi querida amiga, espero no ser juzgada por expresar mi sentir, pero  lo que me sucedió hoy no tiene nombre, de verdad que este mundo es muy pequeño, me encuentro en un pequeño bar en Nueva York, sentada al lado del amor del amor de mi vida, saboreando un delicioso coctel: mientras; escucho música jazz.  

De repente, me levanto y al dirigirme al baño soy abordada por Greivin,  mi viejo amante, el cual apareció de la nada y cerrando mi boca con sus besos me  impidió pronunciar palabra, sentí que mi corazón se me salía del pecho, la  adrenalina se liberó como torrentes de agua y la producción de endorfinas llegó hasta las nubes,  como sucedió tantas veces durante los cuatro años que fuimos pareja, todos esos momentos de placer se apoderaron de mí y quería quedarme en sus brazos , disfrutar de sus besos y pasar en esa gran ciudad una noche de lujuria y placer, porque a pesar del tiempo deseaba revivir cada momento y solo por una noche olvidarme de que mi verdadero amor estaba a cuatro metros de distancia.

Hasta hoy, he hablado poco de Greivin, y merece ser recordado porque en tiempos de universidad fue un excelente amante. Él vivía en un apartamento y se jactaba de ser un gran catador de vinos y saber elegir el mejor según el tipo de comidas, razón por la cual cada sábado se esmeraba por sorprenderme con algo diferente incluyendo, música clásica, las velas y las rosas rojas que adornaban la mesa donde se colocaba las copas y bocadillos según el tipo de vino.  

Todo culminaba en la cama en un rato de pasión, lujuria y placer. Recordar es parte de mi hobby, querida amiga, esta fue una época de trastorno mental y es que cuando de locuras sexuales se trata, y se tiene con quien, siempre estuve presente y el placer y la emoción aumentaba con citas clandestinas y secretas y para Greivin cada encuentro representaba, además de demostrar su hombría como buen amante , un desafío en su vida familiar y el enfrentamiento de su culpabilidad ante los ojos de su madre, la cual de seguro desconocía lo que el ‘deprovado’ de su hijo era capaz de hacer.

Por ello él  insistió en presentarnos, lo que culminó con una propuesta de matrimonio en una ceremonia familiar con entrega de anillo de compromiso recibido de las manos de su madre y por su puesto el final de lo que a la larga pudo ser un gran amor. A propósito, querida amiga el anillo siempre lo llevo conmigo.

El tiempo pasa y en mi caso no me gusta la soledad, y nunca faltó un pretendiente y mi debilidad no me permitía resistirme, ¿sabe, querida amiga, que vivo eternamente enamorada del amor?

Hoy, 24 años después, un hombre grande, cargando su soledad, sin palabras, entre besos y abrazos añorando el pasado, quiere cultivar un amor que no existió, pero que quizás pudo ser perfecto.

Hasta la próxima, querida amiga.

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