(LUNES 07 DE NOVIEMBRE, 2020-EL JORNAL). Desde que Pedro renegó de Jesús tres veces antes de que cantara el gallo bíblico, las negaciones tienden a producir maremotos sociales, políticos y deportivos en el mundo actual.
La rara virtud de la sinceridad es más europea que latinoamericana. Basta con ver cómo ha respondido hoy Ronald Koeman a la pregunta de un periodista de cuál es mejor jugador: si Messi o Cristiano.
Cuando el mundo entero esperaba que Koeman dijera que Messi no solo era mejor futbolista que el portugués, sino que estaba por encima del bien y del mal, viene el holandés y dice que por qué tiene que escoger, que él ha disfrutado muchas tardes y noches con la majestuosidad de ambos, y que entre los dos llevan entre diez y quince años en la cima, sin apelaciones, y sin que los destrone nadie de ese liderato.
En el fondo, como un torero español, Koeman ha evadido la respuesta y ha puesto a los dos mano a mano, sin que se decantara por su jugador.
A esta altura, ya la contestación de Koeman encendió todas las alarmas, porque no se sabe cómo reaccionará el actual capitán del Barcelona, que más allá de sus silencios, es un hombre soberbio, al que no le gusta tanto que le toquen su ego, y que más que un rey Midas, es en el fondo vanidoso y cuando tiene que sacar la espada lo hace para cortar por lo sano lo que no entra en sus consideraciones.
Así que Koeman ha pecado de sinceridad y en vez de elogiar sin límites a Messi, se ha limitado a decir que ha disfrutado tanto con Cristiano como con su hoy dirigido.
Para una mentalidad barcelonista, lo hecho por Koeman no tiene parangón, puesto que hay una política implícita de contestar siempre que Messi es el mejor.
Abre el técnico azulgrana una nueva grieta en la relación Messi-Barcelona-Koeman y es un indicio más de que quizá los días del goleador argentino estén contados en la Ciudad Condal.
Si a ello se le agrega que el Presidente de la Comisión Gestora, Carles Tusquets, dijo hace pocos días que lo mejor para el Barcelona habría sido vender a Messi, todas las cartas del puzzle tienden a indicar que en enero podría producirse la noticia de que el astro deje al equipo de toda la vida.
Mientras tanto, Koeman no ha se inclinado a favor de Messi y ya la sal en la herida empieza a sangrar.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
