Por Gerardo Bonilla Castro*
El próximo 27 de octubre se conmemorará el 112 aniversario de la fundación del cantón de Acosta
(DOMINGO 23 DE OCTUBRE, 2022-EL JORNAL). 1910 – 2022: El decreto número 24 del 27 de Octubre de 1910, a pesar de que es lacónico con su propia historia, la creación del cantón tuvo un proceso de 12 años de gestación entre hombres y mujeres visionarios, y, con el apoyo de las parroquias de Aserrí y, Tabarcia de Mora, se dan las condiciones políticas para tal decreto, esto se debe a que una gran parte de la población no era bautizada y no asistía a las actividades religiosas y sus ritos, por la distancia entre estos habitantes y los centros de adoctrinamiento cristiano.
Otra cuestión que debemos poner en relieve antes de proseguir, viene a ser que estas formas del paisaje rural no resultan ser modelos únicos, sino que más bien se repiten en otras partes. Las comunes características del medio geográfico, las formas mismas de la actividad económica principal y las necesidades que tales ambientes plantean a los habitantes una forma común de vida, en la que quizás sea posible apenas, detectar alguna ligera variante o diferenciación, que en términos globales no adquiere mayor relevancia.
Para desgracia de la investigación histórica, la documentación, resulta insatisfactoriamente indocumentable. Cabe al menos entender, por los ejemplos aportados, que el proceso debió seguir una evolución progresiva, de manera que por los detalles conocidos del siglo XVII, no cabe la menor duda de que el camino debió estimular los procesos de apropiamiento de tierra.
Los descendientes de los españoles que habitaron en estos lares, vivían con grandes limitaciones y aguda estrechez económica. Carecían hasta de ropa decente y vivían en sus casuchas o rancherías construidos por los mismos habitantes en sus terrenos que habían tomado de las reservas selváticas que dedicaban a labores agrícolas.
La imposibilidad de contratar gentes para la siembra, cuido y recolección de los frutos de la tierra, lo solucionaron en parte constituyendo familias prolíficas (muchos hijos) y obteniendo la colaboración de sus amigos y vecinos, a condición de que ellos prestaran luego a los demás terrenos para sembrar algunos productos por ejemplo, frijoles, maíz, cacao, caña de azúcar, así como la crianza de animales para su consumo, cerdos, aves y algunas vacas para el consumo de leche.
VISUALIZANDO EL SEGUNDO CENTENARIO: 2022-2110
Poblamiento de los espacios vacíos. Una óptica conlleva necesariamente a la superación de esquemas ajenos e impuestos, como es el creer que la población es una limitante del desarrollo. La utilización racional de los recursos naturales y la adecuada distribución del ingreso generado por esta, desembocará en una ecuación justa entre la población, en el crecimiento económico y la distribución del ingreso. Es aquí donde el rol del espacio vacío toma su importancia, y en el enfrentamiento de su condición potencial para el desarrollo.
Es necesario distinguir, para el análisis, dos clases de espacios vacíos en los que respecta a sus etapas y formas de desarrollo, pero que en lo esencial son manipulados por las mismas leyes de la economía dependiente, vale decir: El territorio vacío de frontera agrícola.
En contraposición a las citadas políticas, debemos reconocer que una reforma agraria influye de una forma fundamental en problemas tales como las migraciones, con la evidente constatación de que toda reforma estructural coherente con la realidad nacional, conlleva superación de la supuesta irreversibilidad del subdesarrollo.
El énfasis en los espacios vacíos o subocupados, plantea una expectativa que es necesario enfrentar de inmediato para la explotación de la potencialidad de los mismos, y para definir una política de ocupación en base a criterios de interés colectivo.
En la actual crisis, caracterizada por el alza de los precios de los combustibles, de materia prima, la carencia de alimentos, el desempleo, los procesos de urbanización y sus secuelas, la importancia de la ocupación de los espacios vacíos, es abrir el camino a la solución de los problemas precitados no sólo en lo económico y social, sino también en lo político.
En esta forma de enfrentar el desarrollo donde el recurso natural se torna fundamental, y de estos, el agua es básica para las iniciativas que se pongan en práctica.
Los ríos son alternativa, ofreciendo mayores posibilidades en el uso y regulando el entorno ecológico y provenir al agro y a la industria de una materia prima. El recurso hidrológico y el uso de la tierra abren la posibilidad de su explotación intensiva, del aumento de la producción agropecuaria y de la implementación de una agroindustria basada en productos agrícolas, madera, materiales para la construcción, etc.
En el contexto de los espacios vacíos, el recurso humano se torna indispensable, como motor para el poblamiento y explotación de recursos, permitiendo el arraigo del campesino, el regreso del migrante acosteño y ofreciendo alternativas a profesionales y técnicos sin futuro urbano y, en fin, posibilitando la reversión de los criterios espaciales del desarrollo territorial.
En virtud de lo anterior, los programas de ocupación que se implementen deberán tener en cuenta experiencias pasadas y, especialmente, plantearse la cuestión del tipo humano; el agricultor habitante que cumplirá la misión de agente de cambio ideológico y de desarrollo de las nuevas regiones.
Apoyados en las afirmaciones antes expuestas, es evidente que la concepción del campesino corresponde a situaciones diferentes a la coyuntura actual, y definitivamente superadas. Hoy es necesario ver el problema en una nueva perspectiva, que relacionen las políticas de ocupación de los espacios vacíos con el desempleo, el acceso a la tierra y a la eliminación de la pauperización, la migración, etc.
CONCLUSIÓN
Cuando conmemoren el 2º centenario, la sociedad será muy distinta a la actual, los habitantes tendrán otras formas de pensar y de comportarse, serán muy diferentes las maneras de comunicarse y nos recordarán como el puente de una sociedad en proceso de consolidación en el cantón de Acosta.
Aunque ya podemos contextualizar el progreso de los distritos de Palmichal y Sabanillas, el primero será por la exposición de los cantones de Escazú, Santa Ana y Mora, con oficinas tanto públicas como privadas y edificios de apartamentos, por estar en una franja privilegiada por la distancia con lugares como el aeropuerto, ruta 27 y Puerto Caldera.
Respecto a Sabanillas, se conformará en una región de quintas para centros de recreación, rentistas y pensionados, por tener las playas muy cerca para su ocio. Así podemos decir que hace falta escribir algunas tesis académicas que visualicen ese futuro cercano que la población actual no disfrutará, pero que fuimos la base de esa otra sociedad que nos estudiarán por las necesidades limitantes que nos correspondió transitar.
*Presidente Editorial Jurídica Continental