(LUNES 01 DE ENERO, 2021-EL JORNAL). Jicaral vive contra todos los pronósticos un momento extraordinario y mágico. Está invicto en el torneo, y es colíder con Alajuelense, el equipo que todos dan por favorito absoluto para ganar el Clausura.
El presupuesto, las condiciones materiales y el historial de Jicaral no se pueden comparar, ni por error, con la Liga, y sin embargo, los dirigido por Martín Arriola están realizando un torneo mejor que el que hicieron en su primera participación en la máxima categoría.
El equipo azul disfruta de las mieles de los buenos resultados, pero como todo en la vida, este tipo de situaciones pasan como una estrella fugaz y desaparece en el universo.
De ahí que el reto, el gran reto, será mostrar constancia. Aquí vale recordar aquel viejo adagio: llegar no es difícil, lo que cuesta es mantenerse.
Así que el equipo de Arriola, que ha obtenido cuatro puntos en sus visitas a Saprissa y Pérez Zeledón, fruto de un empate ante los morados y una victoria frente a los guerreros del sur, está logrando lo que se le dificulta en demasía a los equipos pequeños: puntuar fuera de casa.
Hasta ahora, porque aquí los tiempos son muy relevantes, Jicaral demuestra que con un presupuesto limitado y sueños grandes se puede tirar del carro con esperanza y luces.
Al torneo le viene super bien un arranque como el de los jicaraleños, porque le dan otro matiz al campeonato.
Si Arriola y los suyos logran mantener la posibilida abierta hasta el final de meterse entre los cuatro primeros, habrán cumplido con creces su objetivo y reivindicarán el valor de los equipos pequeños que, cuando se lo proponen, pueden ser actores principales y no los eternos actos secundarios con que se les etiqueta.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.