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El gran olvido de don Ricardo

(SAN JOSÉ, COSTA RICA 16 DE JULIO, 2020-EL JORNAL). Cumple hoy el Deportivo Saprissa 85 años de fundado, luego de que Alberto “Beto” Fernández y unos cuantos entusiastas decidieran crear el equipo que tan solo 14 años después, gracias a las magníficas condiciones que mostró en segunda división, fuera ascendidos a la primera categoría, gracias a las gestiones directas del coronel Raúl Pacheco, quien paradójicamente es hasta ahora el último entrenador que hizo campeón al Cartaginés.

Como amante del buen fútbol, el coronel Pacheco no concebía que ese equipazo, allá por 1948, año convulso para la patria costarricense, siguiera en segunda división tras perder la promoción con la Gimnástica Española.

A ese impulso del zapatero Beto Fernández se unió por petición expresa de los gestores del equipo un catalán que ya se había vinculado años antes al Orión F.C y ese caballero educado, elegante y con solvencia económica se llamaba Ricardo Saprissa Aymá, quien nació en San Salvador un 24 de junio de 1901, pero creció en Barcelona.

Hoy, al celebrarse el 85 aniversario de fundación del equipo morado, dado que fue creado un 16 de julio de 1935 en una zapatería, es un personaje relegado a un segundo y tercer plano.

Ya en vida, don Ricardo, después de ser el pilar indiscutible del Saprissa, acompañado de grandes dirigentes como Enrique Weisleder y Jorge Guillén, había caído en un olvido imperdonable.

En el ocaso de sus años, sin un patrimonio económico que lo respaldara, don Ricardo terminó en un asilo de ancianos en Alajuela, gracias a que un amigo, y muchas veces rival deportivo, quería que don Ricardo tuviera un cierre de vida digno de sus cualidades y aportes, ya no al saprissismo, porque eso sería una miopía absoluta, sino al pueblo costarricense, que le debe el crecimiento y consolidación del equipo más ganador que tiene el país.

Enrique Weisleder lo decía siempre con una claridad demoledora: Saprissa es una institución nacional.

Eso era justamente, una organización que había ído mucho más allá de sus límites deportivos y había calado en el alma del costarricense.

Al convertirse en una institución nacional, el mérito de don Ricardo Saprisa, que fue presidente del club hasta 1981, es todavía mayor.

No he visto en los días previos y tampoco hoy, que en los medios oficiales del Deportivo Saprissa se destaque, en la dimensión que lo merece, su gran valuarte.

En el equipo morado solo hay una figura que está por encima del saprissismo y ese es don Ricardo.  Ya es hora, por lo tanto, de que le den el lugar de honor que se merece.

El conjunto morado, sin don Ricardo Saprissa, habría sido solo una anécdota que se hubiera perdido en la noche de los tiempos.

Sus vigorosos 85 años tienen una genética impregnada de sangre y visión catalanas. La figura del ilustre expresidente tiene que seguir siendo faro y luz de la institución futbolítica más importante de Costa Rica, sin mesquindades y excusas.

 

  

*Periodista y escritor. Autor de La Gran Hazaña y Ganar con el corazón. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.

 

 

 

 

 

 

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