Sigue haciendo estudios para saber cuál es el problema, mientras tanto la amenaza y el peligro continúan latentes en dicho lugar
José Eduardo Mora
A pesar de que el hundimiento de La Ortiga de Acosta, ubicado en el primer kilómetro entre Acosta y San José es un problema que se agravó en 1994, por lo que ya cumplió 18 años, el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) sigue estudiando qué soluciones plantear.
Mientras tanto, la situación se mantiene crítica, no solo por el pésimo estado de la carretera en ese sector, sino porque la demarcación es insuficiente y no previene a los conductores que no conocen la zona.
Aunque hubo órdenes de desalojo para las familias que vivían cerca de la carretera nacional en el citado lugar, el Conavi no ha hecho nada que tenga relación con la carretera, uno de los motivos por el que fueron sacadas las familias que habían construido sus viviendas a la orilla de la carretera.
Lo único hecho por Conavi en todo un año de estudios y más estudios es un bacheo porque el hundimiento es cada vez más peligroso.
Ante una consulta realizada por El Jornal, sobre La Ortiga y el hundimiento en Tarbaca, esto fue lo que respondió el Conavi: “Según nos indican en la Gerencia de Conservación de vías y puentes, en los dos puntos que usted nos menciona se han determinado que hay fallas geológicas; entonces, por el crítico estado no es tan sencillo como enviar una cuadrilla de mantenimiento”.
Julio Madrigal, geólogo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), aclaró, por su parte, que el estudio que efectúa esa entidad no tiene nada que ver con el arreglo de la carretera, que le corresponde al citado organismo.
Es decir, pese a que en 1994 hubo seis muertes en el lugar, por un deslizamiento que aplastó a toda una familia, ni la CNE ni Conavi presentan una vía de salida al crítico problema.
Conavi reconoce en la respuesta a este medio que pagaron un estudio a una empresa para que diera un panorama de lo que ocurre en el tramo; no obstante, seguirán analizando soluciones, mientras la amenaza de que el cantón quede aislado en caso de que la falla se agrave, sigue latente.
“Se hicieron estudios y la intervención requerida es complicada, por lo que se está gestionando la contratación de una solución definitiva a estos tramos. El procedimiento administrativo es extenso, pero nos indican que están tratando de agilizarlo lo más posible, por lo que no se puede estimar una fecha de inicio hasta que pasen estas primera fases”.
La declaración del Conavi, cuyo director es Carlos Acosta, no deja lugar a dudas: por ahora no hay solución. No hay arreglo. Que la naturaleza haga y deshaga y que los acosteños sigan arriesgando la vida a diario en este peligroso paso.
El alcalde de Acosta, Luis Durán, confirmó que en el presupuesto de ¢1600 millones de Conavi para arreglar el trayecto entre Aserrí y Palmichal no está contemplado el arreglo del hundimiento de La Ortiga ni tampoco el de Tarbaca.
El 14 de junio de 2011 pobladores de Acosta marcharon hacia la casa presidencial para pedirle a la Presidenta Laura Chinchilla una solución al pésimo estado de la carretera en ese trayecto, pero cinco meses después ni siquiera sobreviven las promesas.
Lea la noticia completa en la próxima edición impresa de El Jornal, la cual se publica este viernes 11 denoviembre.
