Priscila Villanueva

(LUNES 17 DE MAYO, 2021-EL JORNAL). Hemos avanzando mucho en la búsqueda de la equidad de género, pero todavía falta mucho por construir, no sólo para las mujeres actuales, sino como un legado para las próximas generaciones.

Dentro de este contexto, cabe resaltar que aún se necesita aumentar el número de mujeres en posiciones de alta dirección, tanto en empresas privadas como en el sector público, para lo cual es necesaria la preparación para asumir este reto.

El liderazgo podemos entenderlo como la capacidad para generar cambios en el entorno e influir y motivar a las personas para alcanzar tales cambios. Aunque para ejercer el liderazgo no se requiere estar en posiciones de poder, resulta que ejercer roles de alta gerencia puede ser asumido como un medio no sólo para influir, sino también para tomar decisiones que impacten directamente en el logro de los cambios que deseamos impulsar.

Para ello es importante conocer cuáles son las habilidades y competencias valoradas en estos cargos, a fin de prepararse para postularse a los mismos o consolidar la posición actual.

En este sentido, las habilidades y competencias juegan un rol fundamental y clave para construir la propuesta de valor del negocio o las institución gubernamental. Con este propósito hay que diferenciar dos tipos de competencias, las que llamaremos Competencias Estratégicas y Competencias Gerenciales.

Desarrollar las siguientes 10 Competencias Estratégicas permite acceder a oportunidades para ocupar cargos de alta dirección:

 CONFIANZA

(Foto: Edmond Dantés-Pixabay).

 

De manera general, las mujeres tienden a no confiar en su propio talento, por lo cual tienden a no postularse a un cargo vacante hasta no sentirse cien por ciento capacitadas, en contraste con los hombres que se postulan incluso cuando saben que no están totalmente capacitados pero apuestan a su potencial y su habilidad para aprender.

Además, es posible encontrar sesgos en las empresas cuando contratan personal, ya que pueden considerar a los hombres con base en su potencial de desarrollo y a las mujeres tan sólo por su trayectoria.

Más allá de las posibles diferencias de género y los sesgos que se pueden encontrar, es importante que las mujeres revisen si está faltando confianza para asumir el reto y busquen apoyo en personas externas que puedan aportar mayor objetividad sobre la situación real e impulsen la autoconfianza o, por el contrario, que aporten una dosis de humildad, si realmente es necesario.

Por otra parte, los negocios son el resultado de la confianza, tanto en los supervisores como en los colaboradores, clientes y proveedores. De igual manera, la confianza no se otorga de la noche a la mañana, se gana a lo largo del tiempo. Por este motivo es fundamental alimentar de manera consciente una red de relaciones constructiva que sea de soporte emocional y profesional, considerando una visión a corto, mediano y largo plazo.

Adicionalmente, el desarrollo de las redes de contacto está relacionado con edificar una trayectoria profesional con una destacada reputación, lo que también implica un manejo consciente para que los demás perciban la propuesta de valor profesional que se desea entregar y los objetivos estratégicos que se plantean. No se trata de perder la autenticidad, ni engañar, sino tan sólo de generar una percepción en línea con lo que se desea construir.

VISIÓN ESTRATÉGICA

 La visión estratégica está vinculada con la capacidad de crear un sueño, una realidad futura, enmarcada en la compresión de la organización y su entorno y la evolución de ambos en el mediano y largo plazo para definir objetivos útiles y posibles, e identificar las estrategias más convenientes para alcanzarlos.

Como la visión estratégica de negocio se relaciona con la habilidad de comprender y prevenir los cambios del mercado, entonces ésta permite encontrar oportunidades de negocio, identificar oportunidades para innovar en las distintas áreas de su empresa, crear aliados y solucionar las demandas de los clientes.

A esta visión, que debe ser clara y objetiva, se le debe sumar la estrategia y el plan de acción para llegar a cumplir los objetivos visualizados. Para desarrollar la visión estratégica de negocio se necesita conocer las propias debilidades y fortalezas, identificar las áreas de oportunidad y amenazas del entorno, y establecer objetivos y metas.

GESTIÓN DEL CAMBIO

El mundo está cambiando a una velocidad exponencial, por eso la adaptación y gestión del cambio se ha convertido en una habilidad fundamental para enfrentarnos a los desafíos del presente y futuro, por lo cual, los líderes de las organizaciones necesitan asumir el rol de agentes de cambio.

Precisamente la gestión del cambio busca facilitar y lograr la implementación exitosa de los procesos de transformación y dar respuesta a la necesidad de afrontar cambios rápidos e importantes, tales como, cambios tecnológicos, en el modelo de negocio, a nivel organizacional y de procesos, etc.

El líder no sólo debe tener predisposición al cambio, sino también necesita manejar modelos sobre el cambio organizacional para definir planes de gestión de las modificaciones requeridas en la organización. Definitivamente, la gestión del cambio no se debe dejar al azar, se necesita orquestar en la dirección de la visión estratégica que se desea construir.

RIESGOS

 Tomar riesgos es una característica natural de las personas frente a una situación de incertidumbre y supone un balance entre las posibilidades de un beneficio contra un resultado perjudicial, esto es, una relación de costo -beneficio. Ciertas investigaciones muestran que la propensión a tomar un riesgo es más frecuente durante la adolescencia en comparación con la niñez y la edad adulta.

Otros estudios demuestran que las mujeres son más adversas a asumir riesgo que los hombres. Sin embargo, cada una necesita darse cuenta de cuál es su propio nivel de propensión o aversión al riesgo, para buscar mecanismos que permitan compensar esta inclinación a fin de contar con una visión más amplia y luego tomar decisiones asertivas.

CAPACIDAD ANALÍTICA

La capacidad analítica se refiere a la habilidad que permite procesar la información de una manera que se puedan tomar las mejores decisiones y obtener mejores resultados.

En la capacidad analítica entran en juego otras habilidades directamente relacionadas con ella, tales como: Observación, Lógica y Creatividad.

Para desarrollar el pensamiento analítico se sugiere primero definir el propósito del asunto, formular el problema, recopilar información, verificar las suposiciones, clarificar conceptos, comprender los diferentes puntos de vistas y pensar en las implicaciones, es decir, adelantarse a las posibles consecuencias que la reflexión o solución vaya a ocasionar.

EL VALOR DE INSPIRAR

 El líder es alguien que inspira a otros a sacar lo mejor de sí y sabe establecer el ritmo y los pasos más adecuados para el resto del grupo. El liderazgo inspirador dentro de una organización es un factor decisivo para el éxito y el logro de los objetivos, porque los mejores líderes persiguen inspirar a su equipo hacia el éxito personal y profesional, y crean así una cultura de motivación que repercute en todos los niveles de la organización.

Un verdadero líder dedica su tiempo a inspirar a la gente que le rodea, descubre el gran potencial que tienen las personas cuando las involucra en el proceso, le da poder de decisión y logra que se comprometan con sus objetivos, inspira con su ejemplo, sus acciones y palabras. El poder de un líder en gran parte está en su empatía, se pone en los zapatos de otros, trata de entender lo que ellos están experimentando, de esta forma los comprende y logra ver las cosas desde su punto de vista.

TRABAJO EN EQUIPO

(Foto: Rebrand-Pixabay).

 

 El trabajo en equipo se define como la unión de dos o más personas organizadas de una forma determinada, las cuales cooperan para lograr un fin común que es la ejecución de un proyecto. No sólo consiste en la división de las tareas, sino en la generación de valor por las sinergias que se pueden generar al trabajar juntos.

Nace como una necesidad de tener relaciones con otras personas para lograr retos que no se alcanzarían individualmente. Se origina también de la idea de agilizar y mejorar algunas condiciones que obstaculizan el desarrollo de tareas diarias y la consecución de los objetivos de las organizaciones.

Cuando se trabaja en equipo se aúnan las aptitudes de los miembros y se potencian sus esfuerzos, disminuye el tiempo invertido en las labores y aumenta la eficacia de los resultados.

PROACTIVIDAD

(Foto: August de Richeliu-Pixabay)

Es la capacidad de tomar acciones sin necesidad de estímulos externos, es decir, sin necesidad de una motivación proveniente de otra persona o de una situación externa. Esta capacidad surge de los atributos más fundamentales del ser humano: su nivel de consciencia y su voluntad. A mayor nivel de consciencia y fuerza de voluntad, mayor iniciativa.

Para aumentar la proactividad laboral se puede buscar activamente la participación en la dinámica laboral, lo que hará que poco a poco se vaya adquiriendo y normalizando la conducta de ser proactivo. También una persona proactiva está acostumbrada a buscar soluciones y es capaz de tomar decisiones determinantes cuando los demás no se atreven a hacerlo.

NEGOCIACIÓN

Hoy en día se necesita negociar en diferentes ambientes con clientes, proveedores, supervisores, colaboradores y miembros de la familia. En consecuencia, para ser un líder de alto impacto es imprescindible desarrollar la habilidad de negociación basada en relaciones ganar-ganar.

La negociación es un esfuerzo de interacción orientado a generar beneficios. Sus objetivos pueden ser: resolver puntos de diferencia, ganar ventajas para una persona o grupo, diseñar resultados para satisfacer varios intereses, mejorar situaciones actuales, resolver conflictos o llegar a un punto neutral de la información.

INNOVACIÓN Y CREATIVIDAD

La creatividad se refiere a un proceso mental para generar ideas, en tanto que la innovación tiene que ver con la materialización de esas ideas en un bien que se distinga de los demás que ya existen.

La innovación es completamente medible. A partir de la identificación de un problema o una necesidad no satisfecha, una persona o una organización puede utilizar la innovación para aplicar sus capacidades creativas para diseñar una solución adecuada, aportar valor a alguien y obtener un retorno normalmente económico.

Un buen proceso empieza con la creatividad y termina en la innovación. Lo que a menudo falta no es creatividad en el sentido de la idea de creación, sino es la innovación en el sentido de la acción, es decir, poniendo ideas a trabajar.

Las Competencias Estratégicas definen a un líder valioso e importante, pero además, para ejercer un puesto de alta dirección en  una empresa es preciso reunir los conocimientos y habilidades necesarias para administrar el negocio de forma eficaz, lo cual requiere contar además con Competencias Gerenciales, entre las que se destacan:

  1. Comunicación e influencia: es importante saber comunicarse e influir de manera clara, persuasiva y precisa, tanto de forma oral como escrita. La influencia es la capacidad de modificar el comportamiento de otras personas a través del propio. La misma surge de la capacidad de comunicación interpersonal, la cual tiene a su vez fuertes raíces en la inteligencia emocional.
  2. Tecnología: se debe tener el conocimiento de la aplicación de la tecnología en los negocios y comprensión del alcance de su impacto actual y futuro.
  3. Negocio: la naturaleza e infraestructura del negocio, el funcionamiento de los procesos, las operaciones y su historia son conocimientos imprescindibles para poder tomar buenas decisiones y forjar relaciones duraderas con socios, proveedores y clientes.
  4. Planificación: la capacidad de planificar de manera eficiente es una competencia profesional que ayuda a fijar los objetivos en base a pronósticos contextualizados.
  5. Finanzas: se debe comprender los principios de contabilidad, las opciones de financiación de una empresa, la gestión de sus presupuestos y poder hacer previsiones, conocimientos que terminan siendo la clave para evitar pérdidas y acertar con las inversiones que mayores beneficios pueden reportar.

Desarrollar las Competencias Estratégicas permite acceder a oportunidades para ocupar cargos de alta dirección, mientras que Competencias Gerenciales permite reunir los conocimientos y habilidades necesarias para administrar el negocio de forma eficaz. Como podemos observar estas competencias se interrelacionan y se potencian entre sí.

Ahora, para aumentar el número de mujeres en posiciones de alta dirección, se necesitan más mujeres que asuman el reto de desarrollar conscientemente las competencias tanto estratégicas como gerenciales. Todas se pueden desarrollar con conciencia, esfuerzo y dedicación. Sin lugar a duda, acceder a posiciones de alta dirección no será la recompensa final, sino que será la construcción de una sociedad mejor.

 

 

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