(JUEVES 09 DE NOVIEMBRE-EL JORNAL). La censura de 187 países de la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra 61 años de férreo bloqueo estadounidense contra Cuba, asomó hoy un halo de esperanza a favor del Derecho Internacional, la paz y el desarrollo independiente de los pueblos del mundo.
Solamente Israel y Estados Unidos votaron contra el clamor mundial en la más reciente Asamblea General de la ONU, en relación –-esto lo digo como abogado y no como periodista– con la aplicación de extraterritorialidad de la ley estadounidense, sin ningún asidero en el derecho internacional, los derechos humanos y la misma democracia que Washington dice defender.
La única abstención registrada en el concierto de las naciones fue lUcrania, y sin bien está posición diplomáticamente equivale a que “no ve”,”no oye”,”no siente”, es posible que a Volodimir Zelenski alguien le recordara las decenas de niños ucranianos contaminados por la explosión nuclear de Chernóbil en 1986, atendidos en Cuba y bajo las circunstancias de una nación cercada.
Y en esto radica la importancia de esta votación en la ONU, por encima de anti simpatías o afinidades con la Revolución. Es un reconocimiento a la solidaridad del pueblo cubano, sea en África, América Latina, el Caribe y los mismos Estados Unidos.
Cuando en Estados Unidos la pandemia de Covid 19 mataba gente a diestra y siniestra, pues no había todavía vacunas en ese país donde la seguridad social es un negocio privado, como el que quieren hacernos con la rimbombante jerga oficial de copago de servicios de la Caja, Cuba ofreció inoculaciones desarrolladas por la ciencia cubana para proteger a los más vulnerables.
Otra cosa es que, por aristocracia, odio, vanidad o tonto orgullo, se rechazase el ofrecimiento y no se salvase unos cuantos miles de humildes trabajadores estadounidenses. Cada uno sabrá cuánto pesa su conciencia.
El otro aspecto presente en la votación referida, fue desarrollado recientemente por el analista político local, Oscar Barrantes, para quien el mundo está contra el bloqueo porque reconoce en la Revolución y el pueblo cubano la dignidad con que ha respondido a la agresión norteamericana durante 62 años.
Minutos antes de la votación, el canciller Bruno Rodríguez, advirtió que los cubanos seguirán su ruta. Ningún otro pueblo, dijo, debió asumir un proyecto de desarrollo en semejante condiciones bajo agresión tan sistemática y prolongada por parte de una superpotencia, pero Cuba continuara renovándose en la construcción de una nación soberana, independiente, socialista, democrática, prospera y sostenible.
Discurso no apto para genuflexos.
* Periodista, abogado y notario por la U.C.R.
