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XAVI-SAPRI-NETA

(LUNES25 DE ABRIL, 2022-EL JORNAL). Un nuevo fantasma recorre el mundo: el fantasma de la XAVI-SAPRI-NETA. Y amenaza con disipar el humo por todo el orbe futbolístico, para que propios extraños se miren en el espejo y no en la realidad.

Lo que se ve en la cancha no es lo que ocurre, dice el credo de la XAVI-SAPRI-NETA, lo que verdaderamente importa es el discurso, las palabras, las construcciones, las voces que niegan una y otra vez, mientras en la pizarra los resultados son demoledores.

Tanto en Tibás como en Barcelona, los resultados, los odiados resultados, están a la vista, pero en un caso y otro la negación como bandera pretende imponerse.

Saprissa ya no puede caer más bajo: ya tocó fondo y todavía se escuchan los ecos del presidente morado que culpaba a una prensa a la que se le había ido la mano.

Es un dolor y una tristeza para la afición saprissista ver a su equipo deambular como un pordiosero por los campos de Costa Rica. Un escudo como el morado debe cuidarse, respetarse y proyectarse porque así lo demanda su historia.

Y en el apartado blaugrana es doloroso ver cómo el teatro de los sueños de Xavi Hernández se desmorona partido a partido, a tal punto que algunos ya extrañan a Koeman, quien al menos ganó la Copa del Rey, mientras que el enviado se irá con la hoja en blanco y con el peligro de ni siquiera llegar a la Champios de 2022.

Basta ya de discursos vacíos, el fútbol reclama respeto  y lo cierto del caso es que aunque a todos nos gusta el balompié bien jugado, no existe solo una fórmula como lo pregona “el chavismo”.

Y acá, ya basta de justificaciones, señor Juan Carlos Rojas, salgan a rescatar al Saprissa, que aunque lo maneja Horizonte Morado, este club pertenece al patrimonio inmaterial de Costa Rica y como tal, es una joya que hay que resguardar con ahínco y determinación.

Se percibe en el aire: un nuevo fantasma recorre el mundo: el fantasma de la XAVI-SAPRI-NETA. Futbolista del mundo, uníos, porque la amenaza y el peligro son mayores y el fútbol podría convertirse en un simple espejo roto.

Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FxD y en EL JORNAL

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