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VI cumbre de  CELAC a favor de la independencia regional

La CELAC pretende fortalecer la unión en América Latina.

(LUNES 20 DE SEPTIEMBRE, 2021-EL JORNAL). Sin la presencia de Estados Unidos ni Canadá, 31 jefes de Estados y miembros de gobiernos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), aprobaron 44 acuerdos en la VI cumbre del organismo regional, celebrada recientemente en México, en procura del desarrollo en paz y sin  vasallajes.

Entre los acuerdos adoptados están echar a caminar un fondo de auxilio para los casos de desastres naturales entre los miembros de la CELAC, poner a caminar la Agencia Espacial Latinoamericana, establecer una secretaría de la organización, creación de mecanismos para atender los problemas del calentamiento global y redoblar esfuerzos conjuntos para garantizar vacunas y medicamentos a mejores precios para todos  los habitantes de la región..

Asimismo, la cumbre consideró que los problemas migratorios en la región  obedecen a un injusto modelo de desarrollo y estimó inaceptable el bloqueo económico que durante más de medio siglo soportan los cubanos, así como el acoso contra las revoluciones sandinista y bolivariana en Nicaragua y Venezuela. En los últimos años, los cubanos y venezolanos enfrentan más de 500 medidas y sanciones contra su economía, comercio, ciencia, salud  y tecnología.

Durante una alocución realizada en esta VI cumbre  por   la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, ella pintó un futuro incierto para toda la región, si no se ahondan esfuerzos conjuntos en el campo de la salud, las finanzas y lo social, especialmente por la pérdida de empleo y la creciente deuda externa en los países de la zona.

EL PODER DE MÉXICO

El presidente mexicano, Manuel Andrés López Obrador y su canciller Marcelo Ebrard,  quienes recuperaron  la preponderancia de este enorme país en la vida de América Latina y el Caribe, destacaron la importancia que en la región se respete la autodeterminación de sus pueblos y la búsqueda del desarrollo socioeconómico sin injerencias foráneas.

 De  hecho, con antelación a esta concurrida cumbre, realizada el  18 de septiembre en la capital mexicana, López Obrador fustigó sin tapujos  lo que denominó “lacayos” que frenan el desarrollo de la región.

Aunque   los presidentes de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, trataron de dar al traste con el conclave, presentándose como las voces autorizadas de los   “demócratas” de la región, contra la “dictadura” de Cuba y Venezuela, el añejo “maniqueísmo político”  no pasó a más.

Los mandatarios cubanos y venezolanos,  Miguel Diaz Canel y Nicolás Maduro, respectivamente, con una breve lección de historia y política los dejaron  sin argumentos y sumidos en un ridículo que requerirán de varios años para superar semejante inmadurez  diplomática.

El representante cubano recordó que ambos dignatarios suramericanos defendían las injustas relaciones que crean la vieja doctrina de “América para los Estados Unidos”,  la exclusión y la miseria que crea el neoliberalismo y la sumisión  promovida por años  por una Organización de Estados Americanos (OEA) que nunca estuvo al servicio de América Latina ni el Caribe. Maduro  llamó a Lacalle y Benítez a discutir sobre democracia y el tema que ellos quisieran, en el lugar y los medios que ambos prefieran.

Luis Arce, presidente de la república pluricultural de Bolivia, enrostró a la OEA y a su secretario, Luis Almagro, haber promovido el más reciente golpe de estado contra el dignatario Evo Morales.

Faltaron a esta importante cumbre los jefes de Estado de Argentina, Alberto Fernández, quien enfrenta una crisis interna producida por “soluciones” pusilánimes de tinte socialdemócratas, en   una nación cuyo pueblo la está pasando mal,  el derechista Jair Bolsonaro, y el colombiano Ivan Duque, cuyo país afronta un aumento asombroso de las “exportaciones” de cocaína a Estados Unidos principalmente y más de 60 masacres de civiles en ocho meses.

Ebrard reconoció que las diversas posiciones ideológicas no impidieron dar pasos positivos en el proceso de integración de la región, en procura del bienestar de sus pueblos.

Ciertamente, como lo reconoce el diplomático mexicano, fue una cumbre movida de principio a fin: Nicaragua criticó a Argentina por meterse en sus asuntos internos junto a Washington;  Maduro, quien no se esperaba en el conclave, apareció de pronto en el encuentro y sepultó de una vez el llamado Grupo de Lima y al ‘presidente’ interino Juan Guaidó; mientras las viejas  tesis colonialistas salieron derrotadas por las ideas liberadoras y actuales de Simón Bolívar; el padre Miguel Hidalgo; José Martí; Augusto Cesar Sandino, Farabundo Martí, Juan Rafael Mora Porras, Pablo Presbere, Tupac Amaru y una interminable lista de hombres y mujeres que dieron y dan contenido  político a lo que es “resistencia” y “dignidad”.

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