(MIÉRCOLES 26 DE ENERO, 2022-EL JORNAL). Independientemente de los resultados del seleccionado nacional de fútbol frente a Panamá, México y Jamaica, toda la dirigencia nacional del balompié tico debería irse, si aman a este deporte.
No hagan más daño a los empresarios patrocinadores, a las selecciones menores y a algunos periodistas bien intencionados, pero con cero de “malicia indígena”.
No podemos ser de nariz tan corta como para no oler un desempeño de comparsa por parte del seleccionado tico en Catar, en el caso remoto de una clasificación.
La decisión de prescindir en gran medida – con las excepciones del caso- de “legionarios” para la selección llegó tarde. Los jugadores competentes en el exterior lograron ya su sueño, tras quebrar los estereotipos de aldea y mañas de un pobre campeonato local.
Los que van a ligas menos exigentes de Europa, Asia, Colombia o Bolivia son producto de la improvisación y la necesidad de ingresos urgentes por parte de sus clubes, que los mandan si preparación psicológica ni cultural, a competir contra el mundo y sin una prensa fanática – aunque muchos colegas saben disimularlo- de sus “ídolos”. Por eso, por la alta exigencia en otros lares, muchos de ellos vuelven como el viejo tango de Gardel.
La decisión de nutrir el seleccionado mayor de “jugadores locales” hubiera sido acertada hace uno o dos años atrás, cuando optaron por entrenadores baratos, con una lista de fuertes empresas metiéndoles el hombro a la tricolor.
Son, de esta manera, los patrocinadores y los aficionados quienes más perdieron con estas decisiones de “micros ciclos”, de “probar” jugadores locales, traída de cuanto “legionario” se recomendase etc., dentro de una selección que nunca jugó a nada, ni con Gustavo Matosas ni Ronald González. ¿ O sí?
Ahora, con la decisión de incluir en un alto porcentajes jugadores “locales” para enfrentar a Panamá, México y Jamaica, es evidente que buscan, entre otros fines, ver si la Providencia ayuda a los dueños de clubes a vender algún jugador.
Los verdaderos mandamases del balompié criollo dejan ver, con la decisión de Selección a base de jugadores nacionales, que la vitrina de un mundial como es Catar 2022, está lejos.
Y no se trata de si ésta o aquella generación de jugadores está “perdida” (La Nación 26/1/2022) o “encontrada” en este interminable “vía crucis” en que nos tienen; es un asunto llamado trabajo planificado y articulado, desde ligas menores. Es decir: seriedad.
¿ O usted es de los que cree que sembrando aguacates cosechará chayotes?.
Periodista, abogado y notario por la UC R