(LUNES 14 DE JUNIO, 2021-EL JORNAL). Es un asunto de “química” entre entrenador y jugadores, palabras más, palabras menos, dichas por el presidente de la Federación Costarricense de Fútbol (FEDEFUTBOL), Rodolfo Villalobos, a la hora de abordar el reto del nombramiento del nuevo entrenador de la selección mayor, en una amplia entrevista divulgada el anterior lunes 14 de junio por el diario La Nación.
Villalobos explicó, entre otros aspectos, que este entendimiento entre jugadores y entrenador debe tomarse en cuenta a la hora de escoger el futuro técnico del plantel nacional, tras la renuncia de Rónald González, cuya sostenibilidad en el puesto era ya imposible, dado su bajísimo rendimiento al frente de la tricolor.
En otras declaraciones divulgadas ese mismo lunes por el diario “Extra”, atribuidas a Villalobos, sostuvo que “ no damos privilegio a ningún jugador” refiriéndose, claro está, al mimado de un grupo de “endulzadores de oídos”, ausente en el recién terminado Final Four de la Liga de Naciones de Concacaf y 11 torneos más.
Sin embargo, sí para dar el salto en nuestro fútbol el asunto fuera además de otros factores cuestión de “química” – con el perdón de los químicos, personas serias, y generalmente, estudiosas- los mejores resultados no se presentarían, cuando hemos tenido “disciplina” férrea y técnicos “actualizados”, al frente del plantel nacional.
Con el párrafo anterior quiero decir que los colegas periodistas no deberían ser cómplices del manoseo en torno a que si José Luis Pinto está en la lista de entrenadores elegibles, sí “Nacho” Ambriz viene o no, que el colombiano fulanito encantado se haría cargo de la elección, bla, bla, bla.
Cualquier entrenador que llegue a la Selección con la “visión” empresarial que hay en la Federación, tal vez no fracasará en la clasificación para el mundial de Qatar, pero volveremos a los tiempos de ser “comparsas” y no “competidores” en los grandes eventos internacionales.
Si no me lo creen, deténgase a ver el rendimiento del extécnico de la olímpica, Douglas Sequeira. Pocas veces Costa Rica asiste a una eliminación preolímpica con un seleccionado plagado de tanto talento. Figuras, individualmente, causantes de envidia: biotipo de las defensas, en el centro de la cancha se mostraron muchachos con manejo del balón, los laterales con velocidad endiablada, etc.
Sin embargo, mucho “trabajo” con video, poco conjunto, jugadores sin saber cómo hacer la última jugada en el área rival y menos terminarla con éxito. Cómo se juega sin balón, qué recursos usar para sorprender los defensas centrales del “enemigo” cuando fracasa el juego por los laterales etc. ¿Douglas qué hiciste?.
En una eventual designación de Alexandre Gimaraes en la mayor como “conocedor” del “fútbol de la zona”, llevarse “bien con los jugadores,” etc., los resultados positivos a él, últimamente, no lo han acompañado. En la Libertadores jugó 10 partidos, ganó solo 4, perdió 4 y empató 2; en tanto en la liga colombiana -apertura- celebró 30 encuentros, ganó 14, empató 7 y perdió 9.
En cuanto a la selección de mujeres, que superaron recientemente en fogueo 3-1 a Guatemala, perdónenme, veo cero avance en cuanto el aprovechamiento máximo del material humano. La entrenadora Amelia Valverde registró más derrotas -34- que juegos ganados -28-, en 69 partidos, con un rendimiento de 44%.
¡Pitágoras, dígame: ¿Te equivocaste, acaso, cuando dijiste que los números marcan el destino?
Periodista, abogado y notario por la U.C.R.
