José Eduardo Mora
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Antonio Ureña, miembro del consejo de administración, aceptó que mantuvo fuertes diferencias con el hoy exgerente de Coopeacosta Roy Fernández, al tiempo que afirmó de manera categórica que la cooperativa goza de una buena salud financiera y que en ese sentido el asociado no debe preocuparse.
La explicación del dirigente toma relevancia, porque en el ambiente ya empiezan a circular versiones en uno y otro sentido, de ahí que es relevante lo que Ureña sostiene en esta entrevista.
No se incluyen en ninguna de estas notas la versión de la actual presidenta del consejo de administración Lilliam Hidalgo Monge, porque no respondió a los mensajes que este periódico le dejó con suficiente antelación al cierre de edición, con la secretaria de la gerencia, Vanessa Ramírez.
A continuación un extracto de la entrevista que EL JORNAL mantuvo con Ureña.
¿Cómo valora el trabajo del hoy exgerente Roy Fernández?
–El trabajo en términos generales fue bueno. Cuando él llegó teníamos la situación que eran los cambios de gerente. La asamblea nos solicitó que nombráramos un gerente permanente.
La Comisión estaba integrada, entre otros, por Wágner Nágera y Luis Padilla. Él había trabajado en el Banco Nacional y en una cooperativa (Coopemex). Se contrató por su experiencia financiera.
El trabajo que hizo fue aceptable porque la cooperativa se mantiene viva y ha tenido un crecimiento importante en la captación de dinero. Hemos tenido un crecimiento.
¿Le preocupa que en cinco años la cooperativa ha tenido tres gerentes y la imagen que pueda generar en los asociados?
–Toda empresa debe tener lo mejor de lo mejor. En eso a mí no me preocupa. El consejo de administración es el que maneja la cooperativa. Si el consejo nombra un gerente bueno. El consejo está bien. El consejo es el que da la cara. Ante esa situación hay momentos en que hay que tomar decisiones. De momento hemos venido controlando eso. En mi caso por mi profesión (contador) sé en qué momentos se nos está saliendo de control el manejo.
Si tenemos una cooperativa estabilizada que un gerente venga y se vaya no va a pasar nada. Tenemos que ser responsables porque detrás de nosotros están siete mil asociados y seis mil millones de colones.
¿Al día de hoy tienen alguna queja por el manejo que hizo don Roy Fernández de la cooperativa?
—En este caso él presentó la renuncia por la enfermedad que lo empezó a afectar en diciembre. Ya en enero se incapacitó.
Tuvo don Roy Fernández problemas con usted directamente o un sector del consejo que lo llevó a salir.
–Las diferencias se dieron conmigo porque empecé a ver unas situaciones de gastos que no me parecían. Al ver los estados financieros ahí se dio un encontronazo. Yo creo que había gastos que se estaban saliendo.
¿Qué tipo de gastos?
–Creo que teníamos personal en exceso. A él eso se le dijo. Él dijo que no. Situaciones en servicios profesionales que había que manejar. Vigile algunos rubros, le dijimos.
El consejo de administración le dijo que había que manejar eso, dado que la situación económica del país no era la mejor.
Llegó un punto en que si el gerente no hubiera renunciado, ustedes lo hubieran despedido?
—Esa era la responsabilidad nuestra.
¿Había entonces un punto de tensión irreversible?
–El no quería aceptar que tomáramos el control de las cosas. Y fue cuando vino el asunto de la enfermedad lo que facilitó su salida. Ya nosotros teníamos lista a Evelyn Alvarado.
¿Ese nombramiento de Alvarado es en propiedad?
–Sí, ella asumió el puesto oficialmente.
¿Se daba entonces un enfrentamiento entre el consejo y el gerente?
–Nosotros teníamos que dictar las pautas a seguir y no él.
¿Se metieron ustedes en el hacer administrativo del gerente?
–El tenía toda la libertad para actuar, pero le pusimos pautas a seguir.
¿Qué libertad va a tener la nueva gerente? No se va a convertir en un títere del consejo?
–No, le vamos dar libertad, aunque le vamos a marcar pautas.
¿Qué va a pasar con los empleados?
–Tenemos que dejar la parte importante de los empleados. Se está reestructurando una parte, nada más. Van a ser ajustes mínimos.
Don Roy puso mucha cabeza en impulsar los bonos de vivienda. Qué va a pasar con esto?
–Desde hace varios años empezamos a trabajar los bonos. Tenemos exclusividad en la zona y generamos mucho empleo en este campo. Estamos autorizados y vamos a mantener este rubro.
Con don Roy hubo mucho apoyo a las diferentes organizaciones locales. ¿Qué va a pasar con la proyección social de la cooperativa en adelante?
–Cuando él vino aquí había mucha plata en reserva. Hay que dar con medida. Nosotros en este momento vamos a mantener algunas ayudas, siempre y cuando las reservas lo permitan.
En lo que no estamos de acuerdo es que Coopeacosta financie un equipo de fútbol o actividades deportivas fuera de la zona. Tampoco estábamos para dar un millón de colones para un juego de pólvora. Igual la publicidad se la cuestionamos.
(Más adelante en la entrevista, Ureña hace un apartado y dice que él directamente, incluso, cuestionó la publicidad que se pautaba en EL JORNAL. Es decir, que no estaba de acuerdo con que Coopeacosta publicara, por ejemplo, un mismo anuncio varias veces en diferentes ediciones. En general, reconoció no estaba de acuerdo en que la cooperativa informa o pagara anuncios en nuestro medio).
Don Roy trató de darle una proyección nacional a la cooperativa, ¿qué va a suceder en adelante?
–Nosotros somos una cooperativa pequeña. No estamos en condiciones de extendernos.
¿Qué va a pasar con el manejo de la cooperativa ante SUGEF?
–Por el momento hemos cumplido todo con SUGEF. Todo lo que SUGEF nos ha dicho lo hemos cumplido. Hace tres años nos obligó a que hiciéramos las comisiones de crédito, teníamos que diferirlas al plazo y lo hicimos.
Nosotros en eso tenemos una gran ventaja porque disponemos de ¢250 millones de ingresos diferidos, los cuales se van a repartir en los próximos años. Hemos cumplido con esto aunque fue muy duro al principio.
Mes a mes, ya registramos entre cinco o siete millones, porque ya le hemos cumplido a SUGEF.
Tenemos la Unidad de Riesgos, que es cara, pero ahí está.
En el momento en que no seamos capaces de cumplir diremos, bueno, vengan y absorban la cooperativa.
¿Se puede decir en resumen, que la cooperativa que deja don Roy es una
una cooperativa sana, bien proyectada y sólida en los diferentes departamentos?
–Sí, en este momento la cooperativa sigue manteniendo la solidez y la estabilidad. En eso no hay ningún problema. Lo que se dieron fueron diferencias en el manejo de la cooperativa.
No debería de haber temor de que la cooperativa sea absorbida por una cooperativa mayor en el corto o mediano plazo?
–No, espero que eso no se dé nunca. Mientras esté en el consejo de administración lucharé porque la parte financiera sea lo más sano. En esto hemos sido muy responsables.
Quiero que el día que yo salga del consejo de administración pueda andar en la calle con la frente en alto. Tenemos 43 años de existir. De ahí que nuestra responsabilidad es muy grande; no es jugando. Haremos lo que haya que hacer por la cooperativa.