(JUEVES 26 DE MAYO -2022- EL JORNAL). Mucho se le ha criticado al Saprissa por las numerosas inconsistencias en el presente torneo, a tal punto que entró a semifinales más por circunstancias y milagros que por un rendimiento sostenido a lo largo de la temporada.
Sin embargo, hoy el periodista Cristian Brenes publica en La Nación una noticia que debería ser de regocijo de los morados, por el trabajo encomendado al español Sergio Gila, quien se ha dedicado a hacer “visorías” y a identificar talento en diferentes partes del país.
No es nada nuevo. Que no nos vengan con el cuento de la modernidad y la innovación. Ya eso lo hacía el Saprissa de don Ricardo. Lo relevante aquí es que es una práctica que se había arrinconado, hasta el colmo de que un entrenador argentino que estuvo cinco años en la Federación de Fútbol llegó a decir que era innecesario ir a Limón, Puntarenas o Guanacaste a ver futbolistas, porque era suficiente con los clubes del Valle Central.
Saprissa, de esta manera, retoma el camino. Ahí, en las bases fue en las que los morados se hicieron fuertes. Tenían la ventaja, en los primeros años, de que los jugadores eran traídos para ser observados. Ahora es el tiempo de ir a buscarlos a cada rincón de Costa Rica.
Y en ese bregar por la geografía nacional, se darán cuenta de que hay excelentes prospectos. Deben, eso sí, aplicar el currículum del pianista: entre más jóvenes estén mejor. Hay pianistas que dan su primer gran concierto a los siete años.
Por ende, es mejor descubrirlos a los 15 años que a los 17, porque la idea es que a esta edad, ya estén listos para su debut en Primera División.
Jorge Hernán Cuty Monge jugó en el primer equipo de Saprissa con 15 años. Si se apuesta por esta estrategia, no tengo ninguna duda de que los morados volverán a los primeros planos sin tanta fisura como en el actual Clausura.
El oro, el oro puro, el de 24 kilates, está disperso en las cientos de canchas de nuestro territorio, quien tenga la sensibilidad, la paciencia, la pasión, la visión y la jerarquía para ir a detectarlo, sacará una inmensa ventaja con miras a la próxima década.
Y Saprissa, esta vez sí, ha elegido el camino que lo vincula con sus raíces y a sus años dorados.