(MARTES 09 DE MAYO 2023-EL JORNAL). Aunque Saprissa en caso de ser necesario jugará la gran final, una vez que la pelota empiece a rodar en las semifinales, todo el universo cambiará por completo y las cuentas empiezan de cero.
Si bien los morados hicieron un muy buen cierre de torneo y Herediano llega debilitado por su irregularidad y por sus constantes falencias en la portería, decir que Saprissa es favorito para ser campeón, es lanzar una afirmación al aire, sin asideros, sin sólidas bases.
El propio Herediano, así como Cartaginés y Alajuelense disponen de plantillas para pelear de tu a tu con el conjunto tibaseño, que depende en exceso de Mariano Torres, quien arrastra pequeñas molestias que pueden penalizarlo.
Nada está escrito y no puede darse por hecho que habrá bicampeón: en cuatro juegos el mundo puede cambiar por completo y veo a una Liga fuerte, a un Cartaginés que, si es capaz de reforzar la confianza, perfectamente podría volver a ser campeón.
En fin, unas semifinales que empiezan mañana en un Fello Meza que estará lleno a reventar y que es un justo premio a la buena labor que vienen desarrollando Leonardo Vargas padre y Leonardo Vargas hijo, quienes se dieron a la tarea de rescatar, hace ya más de cinco años, al equipo blanquiazul que naufragaba hacia la desaparición.
Cartaginés posee calidad suficiente para ganar la primera y la segunda final: de eso no hay duda. Todo está en que Paulo Wanchope y su cuerpo técnico sean capaces de elevar el potencial del plantel.
Y reitero, nadie debe descartar a los florenses, tan cameleónicos como siempre, y con un Jeaustin Campos que sabe hacer de ajedrecista y que saca partida en tiempos difíciles.
Unas semifinales abiertas y en las que, insisto, Saprissa no tiene nada asegurado, como algunos quieren enfatizarlo sin mayores argumentos.