(VIERNES 05 DE AGOSTO, 2022-EL JORNAL). Ángel Catalina, hoy gerente del Saprissa, desconoce por completo la grandeza y la historia de este club, por eso le permitió a Bryan Oviedo para que lo usara como conejillo de indias, mientras conseguía un buen contrato en el exterior.
Al final es el Real Salt Lake de la MLS la que contará con el lateral izquierdo costarricense, que está en la Selección porque el actual cuerpo técnico, encabezado por Luis Fernando Suárez, ha sido incapaz de encontrar una mejor solución.
En el vacío que tenía Oviedo, sin equipo a dónde ir y con la urgencia de justificar su presencia en la Tricolor, apareció el Saprissa como el buen samaritano y le tendió a manos abiertas su ayuda a cambio de nada y esto enfureció a la afición, que se sintió plato de segunda mesa y la realidad es que fue así.
Equipos como Saprissa, la Liga, Herediano y Cartaginés, los cuatro grandes del fútbol nacional, tienen que cuidar las formas, comportarse como un club verdaderamente profesional en todo aspecto. Los morados, en este caso particular, se comportaron como un equipo de barrio, sin tener conciencia de lo que vale su marca y del ridículo al que se exponían.
La ecuación estaba planteada de esta manera: si al 15 de agosto no salía una opción mejor, se quedaba en Saprissa porque no había otra alternativa. A todas luces desafortunada.
Solo quien desconoce el historial de un club como el morado podía actuar de esa forma. La pregunta es: ¿dónde estaba el resto de la dirigencia? Las formas importan, pero en esta ocasión a Saprissa le eran indiferentes.
Le faltó jerarquía y se prestó fácilmente al juego para ser un conejillo de indias, que una vez disecado, lo dejaron tirado en el piso.