(MARTES 06 DE DICIEMBRE 2022-EL JORNAL). Uno entiende que con los seleccionados nacionales de fútbol pasan las mismas cosas que suceden con nuestras élites políticas cada cuatro años. Se trata de cambiar de personaje para que la podredumbre debajo de la alfombra quede intacta.
No fuimos “Campeones Mundiales” por culpa de los federativos, de los jugadores, el entrenador, etc. No por culpa de un sistema fétido que rige las estructuras que fomentan a nuestro fútbol amateur y mayor. Esta visión equivocada de tapar con doble forro nuestras organizaciones y decisiones como “modelo” en Catar nos dio el fruto que durante años hemos cultivado.
Nos horroriza, como costarricenses, pegar contra la pared como si ello no forjara la conciencia y las ideas como pueblo y nación. Véase que no hay responsables por la ocurrencia de tratar de meter una selección mundialista a Irak como “mojada” por $300.000.00, con la argucia de que si nos sellaban el pasaporte no se podía entrar a Estados Unidos, en el futuro.
Una cena entre los millonarios con euros, a pocas horas del juego frente España, excluyendo a los demás “pobretes” del plantel nacional, fue un simple “cafecito” para el dirigente de la Fedefútbol, Rodolfo Villalobos, no una comilona que en la práctica, se traduce, en odiosa división del grupo.
Catar nos dio lo merecido: 11 goles en contra en 3 partidos, 3 goles a favor, un triunfo de 3 posibles y un rendimiento poco más del 33%. No faltarán dirigentes, jugadores y periodistas, con excepción del Msc. José Eduardo Mora, de Tigo Sport, quien en uno de los programas futboleros con mucha seriedad puso varios puntos sobre las íes, tratando de convencernos de que no todo estuvo mal en nuestro fútbol, pegamos 3 pelotas en los postes, hay una reserva de jugadores para 2026, bla bla bla.
En realidad, esa falta de criticidad -y hasta de complicidad de nuestra prensa deportiva- uno la entiende, pero con “sobalevismos” seguiremos en la misma mediocridad en que estamos desde Italia 90 con la honrosa excepción de Brasil 2014.
Nuestros jugadores de porte defensivo anotaron en Catar porque la media cancha que llevamos nunca abasteció a nuestros delanteros y nuestra defensa sufrió 11 goles porque la zona del medio campo fue un chasco fenomenal.
No obstante, si nuestro fútbol carece de mediocampistas modernos emplacemos a los dirigentes, principalmente, de Saprissa, Alajuela, Herediano y Cartago sobre cuántos visores tienen en territorio nacional para descubrir talentos, cuántas de estas promesas forman parte de sus ligas menores, qué han hecho para restablecer la política de selecciones regionales; entonces nos explicaremos por qué los planteles sub15, sub19 y sub23 son generaciones perdidas en los últimos años, que no han ganado nada.
La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), las empresas patrocinadoras de las selecciones, las televisoras, entre otras, no hacen jugar de gratis a los jugadores. Cuánta plata de esas millonadas hay invertido y fiscalizado debidamente en ligas menores, en el pago de entrenadores calificados y no “peseteros”, profesionales en Administración Deportiva, en promoción y formación nacional de técnicos, etc.
Ahora resulta muy fácil poner a Joel Campbel y a Brandon Aguilera a dar declaraciones insostenibles (La Nación 05/12/2022), las cuales considero irrespetuosas para la más elemental inteligencia.
El fútbol nacional, en todos sus estratos (jugadores, dirigentes y prensa deportiva), debe diferenciarse de los políticos que aparecen cada 4 años, perder el miedo a la crítica, dándonos cuenta de que un Mundial de Fútbol nos califica el trabajo real desarrollado durante 4 años.
La nota final obtenida, como si se tratara de una Universidad seria y no de garaje, dirá si el esfuerzo fue correcto, o nos quedamos con los balones pegados en los tubos, las jugadas del casi casi, la sobresaliente actuación de sutanito durante 90 minutos, etc.
La realidad es que, la experiencia de Catar, si se mide con las exigencias de un examen final en una Universidad de verdad, ese 33% de rendimiento ni siquiera nos manda a examen de reposición.
No quieran seguir engañándonos, metiendo bajo la alfombra la mediocridad. En Qatar 2022 recibimos lo que la prensa futbolera, la dirigencia y los jugadores, sembramos. Cultivamos eso y esa fue la cosecha.
*Periodista, Abogado y Notario por la Universidad de Costa Rica.