Por Daniela Castro
(SAN JOSÉ, 28 DE FEBRERO, 2014). Conseguir un trabajo formal se ha convertido un dolor de cabeza para las personas con algún tipo de discapacidad, por lo tanto, este sector de la población ha optado por generar sus propias iniciativas de empleo.
Según datos brindados por la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (OISS), solo dos de cada diez personas discapacitadas cuentan con un trabajo formal en el país.
El 36 por ciento de esta población ha desarrollado su negocio propio, el cual ha dado buenos resultados en muchos casos y para brindar un mayor apoyo, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) ha implementado una serie de medidas para poder garantizar programas de formación profesional que sean asequibles para las personas con discapacidad.
Por otro lado, se ha insertado el Programa Nacional de Apoyo a la Microempresa, el cual ha sido el encargado de fortalecer los sectores más vulnerables de la población.