Por Kendall Rojas*
(JUEVES 10 DE DICIEMBRE, 2020-EL JORNAL). El 2020 pasará a la historia como el año más ingrato en la historia del fútbol, por ser el que más leyendas del balompié nos arrebató.
Anoche, 9 de diciembre de 2020, a los 64 años, la leyenda del fútbol italiano Paolo Rossi partió de este mundo, dejando atrás una vida llena de éxitos y turbulencias.
Su carrera inició en el “Como Calcio FC”, un humilde club que hoy está en la Serie C. Debutó con ellos en 1976 y aunque su paso no sería muy extenso ahí, ya que firmó con el Larerossi Vicenza, momento en que ya era seguido por la Juventus.
Desde ese momento su nombre estuvo en la boca de todos, con una primera temporada brillante, que le valió ser galardonado con la Bota de Oro de la Serie B y el ascenso de su club a la Primera División un año después de su debut. Un total de 39 goles en sus dos primeras campañas de Serie A, colocaron a Rossi, con 21 años, en su primera Copa del Mundo: Argentina 1978.
Anotó dos goles en fase regular ante Francia y Hungría, pero en la segunda fase el rendimiento de su selección fue superado por Holanda, que los relegó a la disputa por el tercer puesto. “Pablito”, como le conocía cariñosamente la afición, anotó un gol más ante Austria que le valieron tres puntos a la ‘azzurra’ en aquella disputa.
LA SANCIÓN
Luego su destacada participación en la Tierra del Tango, vendría la oscuridad. Sucedió en 1980, cuando estalló un escándalo de proporciones colosales en su país. Rossi fue involucrado en el hecho conocido como ‘Totonero o Quiniela Negra, en el cual la policía italiana descubrió una red de apuestas deportivas clandestinas y que le valió al AC Milán y a la Lazio el descenso a la Serie B. Rossi, junto a otros involucrados, fue sancionado por dos años.
Tras esta situación, volvió a tiempo para la Copa Mundial de 1982, y lo hizo como el ave fénix, siendo un baluarte para que Italia se coronara campeón. Tres goles ( ‘Hat trick’) ante Brasil en la segunda fase, dos goles frente a Polonia en semifinales y uno contra Alemania Federal en la gran final, significaron no solo la tercera Copa del Mundo para Italia, sino que sus seis anotaciones lo hicieron merecedor de la bota de oro, el balón de oro a mejor jugador y ser seleccionado para el equipo ideal del torneo. El momento de gloria de Rossi llegó en tierras ibéricas.
A LA JUVENTUS
Luego de esto, firmó con la Juventus donde ratificó su gran rendimiento ganándolo prácticamente todo. Dos scudettos, una copa Italia, Una Copa de la UEFA o lo mismo que es hoy la Europa League, Una super copa de Europa y una copa de Europa hoy conocida como la Champions League.
En 1985, Rossi se marchó por al Milan. Aunque solo permaneció una temporada con el club de San Siro, dejó momentos para el recuerdo, como los dos goles que le encajó al Inter de Milán. En el verano de 1986 sería convocado para jugar en el Mundial de México, pero no pudo jugar ningún partido debido a una lesión.
Tras el Mundial, Rossi fichó por el Hellas Verona y se retiró en 1987.
En la lista confeccionada por la FIFA y Pelé en marzo de 2004, Rossi fue incluido entre los 100 mejores futbolistas del siglo XX, junto a 13 italianos más.
Después de retirarse del fútbol, trabajó regularmente como comentarista en varias cadenas locales e internacionales hasta su muerte.
Se va uno de los grandes jugadores italianos y de la historia del fútbol. Adiós a la leyenda que encontró en Enzo Bearzot, su entrenador, a su padre futbolístico.