(VIERNES 07 DE JULIO 2023-EL JORNAL). La frase entrecomillada no es de un cualquiera que un día se levantó irritado y la lanzó al cielo de las redes sociales. Es de Wilmer López, emblema de Liga Deportiva Alajuelense, y mundialista en 2002.
Lo dijo para referirse a lo que sucede en la Selección femenina, pero lo que sostiene es extrapolable a lo que pasa en todo el manejo de selecciones nacionales, incluida la mayor, que en la Copa Oro ha sido una balsa a la deriva.
Cuando la gestión falla en el centro de las operaciones, los resultados y los procesos quedan en evidencia, es lo que ha sucedido con la Tricolor dirigida por Luis Fernando Suárez, que, más temprano que tarde, terminará llamando a Mincho Mayorga para que se haga cargo del mediocampo.
Como los que toman decisiones “no saben de fútbol”, como bien dice Wilmer López, sino que están en el fútbol, es entendible que el barco navegue sin ningún norte, y que cada vez dé más tristeza ver a la Selección Nacional.
El desencanto de la afición es palpable, porque aquellos días gloriosos que desde buena mañana estaban marcados porque jugaba la Selección, ya no existen.
Lo que hay es apatía y más que justificada, porque la afición solo importa cuando le conviene a la Fedefutbol.
Las estructuras de la Fedefútbol tienen que cambiar, pero no parece que eso vaya a suceder, incluso si hay un relevo en la presidencia y en el Comité Ejecutivo.
Wilmer lleva mucha razón: los que hoy dirigen a la Federación “no saben nada de fútbol” o eso es, al menos, lo que dicen los resultados en todas la categorías.
Wilmer, el fútbol se juega con un balón y muchos todavía no lo saben…