(MARTES 20 DE DICIEMBRE 2022-EL JORNAL). Una vez más, Costa Rica destaca no solo por ser el país más feliz del mundo, sino por tener esa inmensa incapacidad para aprender de una justa del tamaño de un Mundial.
La Selección Nacional estuvo de milagro en Qatar 2022, pero valió de poco porque no hay ninguna enseñanza de por medio. Rodolfo Villalobos y su comité ejecutivo están felices, como corresponde en el país más feliz del mundo, pese a que no aprendieron nada, absolutamente nada, de la cita en Qatar 2022.
La primera enseñanza que se debió entender es que si su seleccionador fracasa como lo hizo Luis Fernando Suárez, no puede permanecer en el cargo; sin embargo, el equipo dirigido por Suárez se llevó la peor goleada del Mundial y no pasó nada. ¿Por qué iba a pasar si antes de la justa lo blindaron con un contrato de cuatro años?
La otra enseñanza es que quienes mejor conocen a un fútbol son quienes llevan toda una vida en él y por lo tanto no hay que salir a hacer expediciones en busca de iluminados. Costa Rica hoy no tiene en su cuerpo técnico a un solo costarricense en una función relevante. Se maquillaba con la presencia de Rónald la ‘Bala’ Gómez y ya no está.
La mayoría de equipos que fueron exitosos en el Mundial contaban con un técnico surgido de sus propias entrañas como Marruecos, con Walid Regragui; Croacia, con Zlatco Dalic; Francia, con Didier Deschamps; Argentina, con Lionel Scaloni y Países Bajos, con Louis Van Gaal.
Tercero, para dar ese sentido de identidad y conocimiento del fútbol local, la Federación corrió a contratar a Claudio Vivas, el entrenador argentino que no sabe nada, absolutamente nada, de las ligas menores de Costa Rica.
En ese contexto, nuestro fútbol, como dice el refrán popular, sigue dando palos de ciego. Pero no pasa nada, en nuestro país todo es carnaval. Vendrán futuras competiciones y se volverá al mismo discurso, de que la Copa Oro llega en un mal momento, de que para la Liga de Naciones se está haciendo equipo.
Siempre habrá una bella y maravillosa excusa para pintar con lindos colores la ineficiencia, la ineficacia y la falta de una planificación que ponga al fútbol nacional en el orbe.
En fin, del Mundial de Catar 2022, Costa Rica no aprendió nada. Ni tampoco interesa. Lo importante son los cargos que unos y otros se reparten. Ya lo sabemos de sobra que el 7 a 0 contra España solo fue un accidente.
