(MIÉRCOLES 20 DE DICIEMBRE-EL JORNAL). ¿Existe la multipropiedad en el fútbol nacional? ¿Por qué este asunto lo pasó de puntillas el anterior Comité Ejecutivo de la Federación Costarricense de Fútbol y parece que sucederá lo mismo con el actual?
La multipropiedad en el balompié profesional está prohibida por razones obvias, porque no pueden cruzarse intereses que al final perjudican a terceros y de esa manera se establece un desbalance en el juego limpio, porque tanto aboga la FIFA.
En Costa Rica, las sospechas sobre este fenómeno viene ya de al menos una década, pero más allá de unas sanciones que resultaron casi pintoresca, este tema no se ha estudiado a fondo por las autoridades correspondientes.
De cara al torneo de Clausura que comenzará en en enero de 2024, debería ser uno de los puntos en la agenda del Ejecutivo que preside Osael Maroto.
La pregunta es si a la dirigencia actual le interesa resolver, en caso de que exista, este tema, porque pareciera que es mejor mirar para otro lado y a otra cosa mariposa, como se diría en el Parque Central de San José.
Sin partir de que la multipropiedad existe, porque no es un elemento fáctico a simple vista, sí llama poderosamente la atención que unos jugadores pasan de unos equipos a otros de forma automática, como si ya de antemano esos acuerdos se hubiesen hecho por debajo de la mesa.
En un fútbol con tantas carencias, aclarar lo de la multipropiedad es un reto que debe asumir la dirigencia actual.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
