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Lucidez y regocijo a los 99 años

 Por Daniela Castro                                                                                                 daniela@eljornalcr.com

 

Doña Leticia Delgado Chacón nació el 2 de febrero de 1915, cuando en Europa se desarrollaba la Primera Guerra Mundial

(SAN JOSÉ, 03 DE ABRIL, 2014). En medio de risas, alegría y un hogar de mucho amor, doña Leticia Delgado Chacón contaba que dentro de su experiencia de haber celebrado su cumpleaños número 99, lo más importante era tener una buena salud mental, para poder disfrutar de la vida al máximo.

Doña Leticia, quien nació el 2 de febrero de 1915, es vecina de Higuito de Desamparados y cuenta que su paso por la vida ha sido maravilloso, y en medio de una gran felicidad relataba cómo era su vida antes.

“Yo viajaba de mi casa, en Higuito, hasta San José  a pie, cocinábamos con leña, no existían sillas, solo eran pedazos de palo o bancas, lavábamos en los ríos y aporreábamos duro la ropa en una piedra y ahí mismo nos bañábamos, relató haciendo constar que aquella vida estaba llena de inocencia y naturalidad.

Asegura, sin embargo, que si tuviera la oportunidad de nacer de nuevo, le gustaría hacerlo en la época actual, marcada por un mundo globalizado, en el que existe la facilidad de la comunicación y numerosas tecnologías que procuran mejorar la vida humana.

Doña Leticia tiene ocho hijos, de los cuales seis son hombres y dos mujeres. También tiene ocho tataranietos y se encuentra a la espera de cuatro bisnietos más: “en total somos como cien entre todos”, afirmó.

Al preguntarle el nombre de sus hijos, Doña Leticia contestó sin pensarlo y sin repetir ninguno, “Humberto, Marcos, Gerardo, Francisco, Nicasio y José Ángel, Eida y Luz”, al tiempo que agregó:  “y ellos siempre me visitan”.

Contó que para la celebración de su cumpleaños número 99, su familia preparó una enorme fiesta con mariachis, la casa se llenó casi por completo y hubo demasiada comida.

Ella se siente totalmente agradecida con Dios por permitirle vivir hasta esta edad, y agregó que se sentía con la salud de vivir aún más.

“A mí nada se me olvida y a veces cuando no puedo dormir me pongo a recordar cómo era mi vida antes. El consejo para mantenerse bien a pesar de los años es tener bien alimentado el cerebro y cuidarse, no hacer desarreglos y, sobretodo, no tener vicios”.

Eida explicó que su mamá muy pocas veces tiene la necesidad de ir al doctor y cuando lo requiere, el médico llega a su hogar.

Destacó la lucidez mental de su madre y agradeció el poder disfrutar de su compañía y de su sabiduría de vida.

 “Yo me siento muy feliz y siempre me acuerdo de darle gracias a Dios por ese don de vida que le ha dado a mi mamá, y me siento muy agradecida con Dios por permitirme tenerla tantos años”, aseguró Eida.

Doña Leticia reconoció que la mayor parte del tiempo lo pasa escuchando la hora santa, el rosario, las misas y el trisario. Éste último se reproduce a las 9:30 de la noche y por tal motivo, su hora de dormir es alrededor de las 10 de la noche, sin embargo, eso no influye en que su hora de levantarse sea tarde, más bien asegura que a las siete de la mañana ya está en pie de lucha.

Eida es la que se encarga de cuidarla, aunque doña Leticia se las ingenia para hacer una vida como si en realidad no estuviera a las puertas de cumplir un largo siglo sobre la faz de la tierra, en el cual ha visto, con asombro y admiración, transformarse el mundo muchas veces.

Leticia
Doña Leticia nació el 2 de febrero de 1915. Hace poco celebró sus 99 años.

 

 

 

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