(LUNES 20 DE SEPTIEMBRE, 2021-EL JORNAL). Sucedió antes de que cualquiera lo hubiera imaginado. El castillo de naipes de oro del París Saint Germain se desplomó en el minuto 76 ante el Lyon. En ese momento, el técnico Mauricio Pochettino se atrevió a lo impensable: sustituir a Lionel Messi.
Y se vino el lío de las miradas que juzgaban. Los cuestionamientos a pie de cancha sin que medieran palabras, porque no eran necesarias. Ya Cruyff, que sabía más de la vida que de fútbol, y en ello estribó su grandeza infinita, lo había dicho mucho antes en relación con el caso Neymar-Messi: dos gallos no caben en un mismo corral.
La frase, por parecer muy profana, a veces se la toman los eruditos medio en serio medio en broma, pero es de una profundidad inestimable y daría para hacer un doctorado en filosofía a partir de algunos postulados de Schopenhauer.
Y Cruyff llevaba tanta razón que el lío ya estalló en París. ¿Cómo va a aceptar Messi que le cambien a ese minuto sin previo acuerdo con el técnico? Según las negociaciones que se den a lo interno del PSG, Pochettino tiene los días contados, porque osó desafiar al César y nadie sale indemne de esa batalla ante el emperador.
Esos son los bemoles de tener un equipo plagado de estrellas, con egos desmesurados. El baile Mbappé, Neymar y Messi no parece que vaya a salir de maravilla. Ya tuvieron un tropiezo ante el Brujas. Era un partido para golear y apenas alcanzaron el empate.
El PSG hoy es un equipo ideal para la sociología, porque nos dice mucho de la vida. En primer lugar, que el dinero, que todos queremos y necesitamos, lamentablemente no compra la felicidad.
Hoy el PSG de Nasser Al-Khelaïfi es una muestra inequívoca de ello. Y lo segundo que es todavía más importante: un verdadero equipo se construye con un espíritu en el que el bienestar común tiene estar por encima del individual.
Lo demás son cuentos de hadas. Promesas al vacío. Por eso, es que la Selección de Costa Rica, por ejemplo, hoy está metida, también, en un lío, porque no encuentra ese espíritu de equipo en el campo y cada quien habla su propio idioma y aquello recrea la metáfora de Babel.
Por el momento, la erupción volcánica en La Palma, en las islas canarias, es poca cosa a la furia y a la tormenta que se avecinan en París, donde un tal Mauricio Pochettino se atrevió con el emperador, y el lío solo parece tener un camino: la ‘guillotina’, otrora tan de uso en en la capital francesa, para el técnico argentino que tuvo la insensatez de sustituir a su compatriota.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez